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jueves, 3 de octubre de 2019

La razón por la que te escribo este texto

El creacionista del día. Ricardo Duran.






La razón por la que te escribo es porque quiero ir ahí donde estas y hacerte el amor,
escuche tu cuerpo llamarme, cariño,
esta noche seré quien te salva con mis dientes desnudándote
te garantizo que te voy a sorprender,
comenzaré poco a poco es la manera de ir descubriéndonos.

 La razón por la que te escribo este texto es porque tu cuerpo y el mío hablan el mismo idioma cariño,
tengo dos boletos en primera clase tú y yo despegaremos esta noche desde esta habitación, un viaje largo comenzaré a besarte de arriba abajo hasta que me digas que no me detenga.

La razón de por la que te escribo esta carta,
es porque esta noche es nuestra,
exploré tu piel y mientras me pierdo en ella cariño, quiero tocarte ahí, acariciarte ahí, besarte ahí, apretarte ahí, complacerte, escucharte, esperarte, besarte, llegar juntos...al éxtasis y el mundo se calla
mientras nuestros cuerpos hablan.



R.D.

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The reason why I text you

 The reason why I write to you

It's because I want to go over there where you are and make love to you

I listened your body calling me honey, tonight

I will be the one who saves you with my teeth undress you

I guarantee to you that I am going to you to surprise you I will begin little by little it is the way to be discovering us

The reason why I text you It's because your body and mine speak the same language babe,
I have two first class tickets you and I will blast off tonight from this room, a long trip I will begin kissing you from top to bottom until you say to me to don't stop.

The reason why I write this letter to you it's because tonight
I'll explore your skin and while I lose myself on you darling,
I wanna touch that, to caress that, kiss that, push that, to pleasing you, listening you, waiting for you, kissing you, to come together… at the ecstasy and the world is silent while our bodies speak.

R.D.

martes, 10 de septiembre de 2019

SEPTIEMBRE Y OCTUBRE: TAROT, ENIGMAS, SIGNIFICACIÓN






La sabiduría oculta trasciende de manera innombrable en cada persona, un talento, una visión propia, un encanto que ni la propia muerte puede quitar con su beso final; la corazonada, el sentimiento que emerge, adivinando que será lo más propicio en una situación decisiva, la magia reside en todos con distintos reflejos. 

La temática de Septiembre y Octubre es para creadores y escritores que buscan crear más allá, en la frontera divina de la adivinación; extendemos la invitación que a través de las redes sociales y del blog mismo se estará ofreciendo a todos los creativos una carta de TAROT, con el fin de crear un poema, una historia o alguna microficción con base en los arcanos mayores. 


Invitamos a todos los Creadores, en cualquiera de las artes en las que se complementen, a que nos compartan por medio de las #letras, #pintura, #teatro, #danza etc... alguna #creación que sea de su agrado. Este espacio lo conforman tus colaboraciones, y no solo está destinado a la creación literaria, también está abierto a las artes en general.


Esperamos sus creaciones, al correo que ya conocen: elcreacionista_@hotmail.com o al correo de las principales redes sociales: https://www.facebook.com/creacionista, https://twitter.com/creacionista.



viernes, 23 de agosto de 2019

PASOS PARA ESCRIBIR UNA NOVELA

El creacionista del día. Adán Echeverría.







El siguiente método fácil ha hecho a muchos de mis alumnos construir sus proyectos de novela, novelar sus historias, y obtener satisfactorios trabajos, desde que daba clases en la Escuela de Escritores, hasta ahora que doy talleres a distancia o presenciales. Espero te sirvan:

Partamos siempre de que para todo escritor se necesita talento y dedicación. La dedicación tiene que estar acompañada de la disciplina; esto implica que uno tiene que tener la disciplina para dedicarse a valorar el oficio de escritor. Hay que tener horarios para escribir y horarios para leer. Pues buscar y encontrar el tiempo para leer es lo más importante en esta carrera de escritor. Uno debe leer al día, lo menos unas 50 cuartillas, esto implica al menos un cuento largo, o un buen fragmento de novela.

Para escribir una novela puedes seguir los siguientes pasos.

 1. Apunta las ideas que tengas para contar una historia. Todo lo que vives, escuchas, piensas, te cuentan, observas, te dará las ideas necesarias. Se escribe para llenar esos vacíos de lo que tú mismo gustas de leer. Por ello cuando lees, cuando alguien te cuenta algo, cuando vives algo, vienen a ti ideas que te hacen pensar: Quisiera escribir esto. Apunta la idea en un cuaderno, graba la idea como una nota de audio en tu móvil. Apunta cuantas ideas vengan a tu mente.

2. Una vez tengas la idea que quieras novelar, harás un argumento, en una sola cuartilla. Busca no pasarte de las 27 líneas que forman una cuartilla. En ella vas a desarrollar el argumento. Dirás de qué trata la novela. Te lo contarás a ti mismo. Te dirás qué pasará. (Tú aún no sabes cómo la vas a contar, pero dirás todo lo que quieres que ocurra). Lo harás para que tú mismo sepas qué es lo que pasará en tu novela. Buscarás que todo aquel que lea tu argumento tenga ganas de leer la novela.

3. Ya que tengas el argumento, éste te hará desarrollar los capítulos de tu novela. De esta forma lo que harás será capitular tu novela. Piensa en esto: para que tengas un libro necesitas al menos 60 cuartillas, menos de 60 cuartillas forma un cuadernillo (plaquette). Considerando que necesitas 60 cuartillas, entonces dividirás el argumento que has escrito en 6 capítulos de 10 cuartillas. Necesitas escribir los títulos de cada uno de esos capítulos. Tu plan ahora será escribir 6 capítulos de 10 cuartillas cada uno. Recuerda que para ser breve se necesita un gran esfuerzo, no creas que escribir poco es fácil. Se dice que un padre quiso escribirle una carta a su hijo. Cuando el hijo leyó la carta, esta constaba de 18 páginas. Al final de la misma el padre le decía: Te he contado todo esto porque no he tenido tiempo para sentarme a escribirte a conciencia. Apenas tenga tiempo te escribiré solo una cuartilla.


4. Una vez que tengas el argumento de la novela, y tengas los seis títulos de tus capítulos, entonces harás el argumento de cada uno de esos capítulos. Buscarás responder: ¿qué pasa en cada capítulo? Harás lo mismo que al inicio del ejercicio, harás que el lector tenga ganas de leer ese capítulo. De esta forma tendrás toda tu novela bocetada. Sabrás qué ocurre en cada capítulo, y lo que vaya ocurriendo en cada capítulo será lo que dará luz a la historia de toda tu novela. Recuerda que cada argumento apenas debe estar contado en una sola cuartilla. De esta forma tendrás una cuartilla del argumento general, y tendrás igual 6 cuartillas extras de los argumentos de cada capítulo. Como es muy seguro que desde el primer argumento general hayas soltado el nombre de algunos personajes, la capitulación te podrá hacer contar cada capítulo desde la mirada de un solo personaje, o ser más creativo y contarla desde la mirada de varios personajes. Cada capítulo podrá ser contado por un diferente personaje.

5. Una vez que ya tengas esas 7 cuartillas, ya tendrás el esqueleto completo de tu novela. Puedes con cada idea que tengas armar los proyectos de novela que quieras, y tener esas 7 cuartillas para cada una de tus novelas.

6. Siempre ten cada capítulo de tu novela en un archivo separado. Esto para que te dediques cada que puedas a escribir y mejorar cada uno de tus capítulos. Luego escribirás 10 cuartillas para contarnos lo que dijiste en los argumentos que pasaría en cada capítulo. Cada vez, y para cada capítulo, vos podrás dedicarte a sólo 10 cuartillas (quizá te pases de cuartillas, eso no importa, lo que no debes hacer es escribir menos de 10 cuartillas, a menos que tengas más capítulos).

7. Una vez que tengas esos 6 capítulos, si la historia lo requiere, construye los argumentos para los capítulos extras que necesites y requieras. Primero el argumento, y luego escribir las 10 cuartillas.


8. Una vez que ya tienes toda la historia contada en tus capítulos, entonces quitarás los títulos que creaste para ellos y podrás cambiarles el orden, el capítulo que antes era uno podrá ser el seis, o el diez, dependiendo de cómo quieres que el lector la conozca en su versión final. Y sólo tendrás que escribir los conectores necesarios. Puedes suprimir o dejar los títulos, puedes incluso no tener capítulos. Una vez con todo el esqueleto, la ventaja será que tú tendrás la decisión final.


Te deseo suerte. Ya quiero leer tus argumentos, como también leer tus novelas.




viernes, 2 de agosto de 2019

THE WICKER MAN

El creacionista del día. Alma Carbajal G.








Lenguas de plata susurran sortilegios, 
manos rojas , amaneceres tardíos, 
pies, dedos, ojos, 
todos esperan la purificación de un sol negro.


La hoguera pronuncia tu nombre, 
tus oídos escuchan la marcha de los dioses, 
todos buscan un trozo de ti, 
una pieza de tu alma, 
remojada en el vino de la alabanza. 

La noche bebió tus lagrimas, 
embriago a los vientos, 
y en tus amarras puso el aliento
de la sola
una sola, 
para acompañarte a través de las horas, 
la nada. 







martes, 23 de julio de 2019

COSAS INTRASCENDENTES

El creacionista del día. Fabiola Morales Gasca







"Hay que estudiar filosofía cuando ésta 

no os hace falta. Cuando adivináis ya 

que los asientos de vuestro comedor y la Vía Láctea

están relacionados de modo más estrecho

que los efectos y las causas, más que vosotros mismos

con vuestros familiares".

Intervención en la Sorbona. Joseph Brodsky







Yo leo intervención desde la Sorbona y él ronca.
Dice que entiende aunque yo sé que no,
dice que son cosas intrascendentes.

El sabe de precisión matemática.
Números y cifras es lo que él expresa.
Termostática y dinámica,
cálculos de flujos y recontraflujos se van erigiendo
en los cimientos de una sociedad que avanza.

Tal vez esto es lo que en realidad importa,
lo que interesa.
Conjugar correctamente verbos
es más intrascendente que conjugar cifras.
Es impreciso citar a Dante o Virgilio
que hablar del índice Dow Jones.

Son más exactas las trasformadas Laplace
que los tratados de Jean Paul Sartre,
qué sé yo de mínimos y máximos derivándose,
contrapartidas en campanas de Gauss,
cifras y estadísticas que parten
la productividad de la improductividad.

Ciencias exactas que se desgajan,
que se ciernen y producen
bien a la humanidad.
Productividad que nos devora.

Nada más lejos que él exhorto a elevar
el espíritu, filosofía y arte que sirven de adorno.
Crítica social que espera versus tecnología
que avanza a pasos gigantescos
para devorarse lo último que queda
en esta era posmoderna: El vacío de toda humanidad.

Tal vez sea mejor preparar
 un buen café, dormir y amar
cuando se tienen todas las ganas
que llegar a los cincuenta
y meditar sobre poesía, ética y estética.




jueves, 20 de junio de 2019

ÉL Y ELLA

El creacionista del día. Ricardo Durán 






Érase una vez en una ciudad urbana
dos jóvenes inquietos, Romeo y Julieta de nuestros tiempos,
se enamoraron en la adolescencia
y con el paso del tiempo se separaron,
pero nunca dejaron de amarse
con los años la vida les regalo una oportunidad
ambos sin compromiso alguno.

Intentaron estar juntos,
 sus ganas de hacerlo bien, los llevo al fracaso,
 el amor seguía intacto y ellos intentando
 él pensó que era ella, que no quería
 y ella pensó que era él, que no quería,
 ambos culpándose, optaron por separarse
 el amor salió ileso y ellos con rumbos separados.

 La vida no quiso que se vieran por muchos años
 quiso que se amaran y sufrieran en silencio,
no quiso juntarlos, no quiso empeorarlo
 quiso mantener ese amor perfecto,
y cuando no sabían más el uno del otro,
 la vida los junto de vuelta,
 él aún estando solo y ella se volvió prohibida.

 Sus ganas y deseos fueron solo cartas con anhelos.

 Él: Me es grato volver a saber de ti
 te insistí y no desistí,
 mis cartas al destinatario sin falta
 y con el tiempo el remitente tiene una carta.

 Ella: Recibí tus cartas puntualmente cada semana
 y con cada letra al leerlas lloraba,
 ¿Cómo estás? ¿Qué te has hecho?
ahora puedo contestar, pero no los fines de semana.

 Él: Es un fuego que quema y emociona al leerte
 tanto tiempo sin saberte,
 no sé si quiero seguir leyendo la carta,
 no sé si será la misma emoción o este fuego me mata.

 Ella: No sé que decir, cada una de tus letras me deja sin palabras
 como aquella tarde que nunca más supe de ti,
 ¿Por qué te fuiste?, ¿Por qué no estuviste?
tantas cosas han pasado desde aquella tarde.

 Él: Querida mía, me alegra saber que te quito las palabras
 tú las quitaste desde aquella mañana en que te vi,
 ¿Ahora entiendes lo que sentí al verte?,
y no es que me fui, más bien no estuvimos.

  Ella: Yo esperaba más ti, como en la novela de Shakespeare
 donde Romeo hace lo imposible por Julieta,
 pero no vi eso en ti, no te sentí
 y esa fue la razón por la que huí.

Él: Juliet se dice en inglés, estos son tiempos modernos
 donde las personas están de muto acuerdo,
 yo Romeo, no me fui, al contrario, más me perdí
 en mis sueños contigo, pero nunca te vi, ni te sentí.

 Ella: No sé a quién culpar entonces
sólo sé que no quería perderte por segunda vez,
y al disiparse, pensé que sería para siempre
 por eso quise olvidarte y me refugie en otros amantes.

Él: Mejor no culpemos a nadie y recordemos el pasado
 yo no sé de tus historias y tú no sabes de las mías,
 ¿Recuerdas la vez que te robé nuestro primer beso?, dormías,
 pero después de tocar mis labios con los tuyos sonreías.

 Ella: Aún recuerdo ese instante, ambos veníamos de viaje
 era el momento que había soñado contigo,
fue perfecto, ese pequeño instante
 durará por siempre en mi recuerdo.

 Él: Has sido la única que ha podido llenar ese hueco,
 ese espacio tan vacío y tan hondo,
 desde aquel último momento
 me refugio en el jardín de la poesía.

 Ella: ¿Aún recuerdas nuestro segundo encuentro?
 ¡Yo sí! y sabes, fue como el primero,
 siempre las miradas y los besos más hermosos
 fueron a tu lado, yo lo llamo “Amor profundo”.

 Él: “Amor a primera vista”, como en la novela inglesa
 recuerdo perfectamente tu cuerpo perfecto,
 aquella tarde supe el significado de esa palabra
 desafortunadamente no hicimos lo adecuado.

 Ella: ¿Por qué viniste? ¿Por qué irrumpes en mi mundo?
 desde que sé de tu regreso,
 no dejo de pensarte, no dejo de extrañarte
 ¿Crees que esto es justo?

 Él: Tengo un dolor profundo que incrementa
 no es culpa tuya, digamos del destino,
 tengo un gozo al saber que aún me amas
 no lo dices, pero lo siento en tus palabras.

Ella: La vida no es la misma, han cambiado muchas cosas
 mis deseos y ganas de tenerte son las mismas,
 pero volteo al salón de mi castillo
 y hay alguien que me espera sentado en el sofá.

Él: Sabia de su existencia y eso aniquiló mis posibilidades
 de tenerte y estar juntos para siempre,
 me encantaría penetrar
 todas las noches... en tus sueños.

 Ella: No quiero hacerte daño, no es justo
 no quiero crear falsas expectativas,
 sigamos adelante con las epístolas
 y veamos que pasa más adelante.

 Él: ¿Por qué lo hiciste?

 Ella: ¡Por amor!

Él: ¿Aún le amas?

Ella: Creo que ya es un poco tarde para seguir leyendo.

 Él: Eres lo más bonito del mundo.

Ella: Tienes el don de mentir y sacarme todas las sonrisas.

 Él: No miento, eres lo más bonito de mi mundo.

Ella: Haces que mi ego suba hasta cielo.

Él: Es ahí junto a Dios, donde tiene que estar.

 Ella: Cada palabra tuya detiene mi vida y mi mundo.

 Él: Me encantaría que tu mundo y el mío, se detuvieran el mismo instante.

 Ella: Sería fascinante.

 Él: Le quitas muchos minutos al reloj.

Ella: Y tú al mío.

Él: Parece que escucho al reloj, -Tick, tack-,
 se detiene el tiempo,
 una manecilla no deja avanzar a la otra
 es profundamente eterno y doloroso.

 Ella: Parece que te escucho decir cada palabra
 y tu voz es la misma, idéntica,
 tal como la recordaba
 y me sigue poniendo muy nerviosa.

 Él: ¡Dios, señor, apiádate de mi!
 me confieso y confieso
 que mi único pecado es amarle
 no conozco su presente, pero conozco su pasado.

 Ella: Me dejas sin aliento, sin palabras
 no sé que decir,
 sabes perfectamente como mover cada fibra
 tienes la facilidad de robarme sonrisas todo el día.

 Él: Necesito tus abrazos,
 como mi ahogo necesita tu mirada.

 Ella: Provocas tantas cosas en mi,
 tienes la aptitud de hacerlo.

 Él: Te pienso, tanto, Tanto, TANTO,
 dormido como despierto.

 Ella: Y yo...y yo, créeme que no dejo de pensarte.

 Él: ¿Sabias que existe una canción,
 con el mismo nombre del cuento?

Ella: ¡No!, no sabia de su existencia.

 Él: Desde aquella época siempre pensé que era nuestra.

 Ella: Eres malo, nunca me dijiste nada.

 Él: Van doscientos veintisiete veces que toca
 y las de antes y las que faltan.

 Ella: Van mil cincuenta y tres caracteres
 que no dejo de llorar y de sonreír.

Él: Oh Juliette, mi querida Julie, cómo en el cuento
 me recordaste que es estar vivo
 con tan sólo un instante,
 penetraste en mi alma y aún navegas en mi sangre.

Ella: Estoy tan confundida,
 que en este instante saldría del castillo,
 correría a buscarte y amarte
 no te dejaría solo ni un instante.

Él: No sé si le lloro al pasado, por perderte hace tiempo
 no sé si te lloro, por no aprovechar nuestro momento,
 no sé si le lloro a la vida, por haberte perdido
 o no sé si le lloro al futuro incierto.

 Ella: Romeo, cariño mío, no sé que decirte
 me gustaría regresar el tiempo,
 regresarlo en ese preciso momento
 cuando ambos jugando inventamos ese beso.

 Él: ¿Cómo se hace para olvidarte? dímelo,
 ¿Cómo se hace para olvidar tus besos?,
 ¿Cómo se hace para olvidarte por completo?
 dímelo, te lo ruego y te lo exijo.

Ella: Tus palabras me llegan profundamente,
 es un fuego inmenso, que se mete abismalmente en mi,
 no sé que hacer con ello, sin poder externarlo
sólo se va consumiendo dentro de mi alma.

 Él: Tengo una gran necesidad de verte.

 Ella: ¿Estás soltero? Él: ¡Sí! Ella: Difícil de creerte.

 Él: ¡No te miento! Ella: ¡Te creo!

 Él: Tengo una necesidad de ti, tan grande como esta soledad,

Ella: ¿Qué puedo hacer para evitar que caigas en locura?

Él: Hacer de ésta demencia, una demencia coherente.


Ella: Hagamos que tu demencia sea como el mar
y mis ganas de tenerte sean como la arena,
que se fundan en una tranquilidad inmensa.

 Él: Sin excusas, ni pretextos pactemos una cita.

 Ella: Suena indecorosamente tentador.

 Él: ¿Qué haremos al respecto?

Ella: ¿Qué propones?

 Él: Encontrémonos en medio del camino.

 Ella: ¡Me encantaría!

Él: ¿Cuándo?

Ella: ¡Sabes que no puedo!

Él: Creo que lo mejor será que desaparezca.

Ella: No quiero que te vayas.

Él: No olvides que te amo.

 Ella: Nunca lo olvido y eres correspondido.

 Él: ¿Lo dejarías?

Ella: Tengo que dejar de leerte, no puedo parar de llorar y él esta por entrar.

Él: Princesa imperfecta, te amaré hasta el día de mi muerte,
 éste intento de poema, no ha sido más que un regalo para ti
 no soy el mejor escritor, ni el mejor poeta,
 pero espero que cada vez que la leas,
 te llegue a las entrañas y día a día necesites mi poesía.

Ella: Me despido amado mío, dejándote claro
 que has sido el amor de mi vida,
 que eres lo más importante y siempre lo serás,
 no sé que nos depare el destino,
 pero si es que nos junta, espero que sea para siempre.

 Él dejó de leer la carta de su amada
 salió al balcón y no paró de llorarle,
 fue tan profundo su dolor, que la luna salió a consolarle,
sabe que su presente es estar sin ella
 y que tiene que ser fuerte, para esperarla algún día.


 Ella guardó la carta entre sus cosas más preciadas,
 regreso a la cama, sin parar de llorar,
 con una tristeza muy grande
en ese instante entra su esposo y le pregunta:

 –¿Por qué lloras?-

Y ella le contesta con una ligera sonrisa:

 –Es que leía a Romeo y Julieta–.




viernes, 14 de junio de 2019

Dos libros de poesía que no vale la pena leer

El creacionista del dia. Adán Echeverría.






En primera instancia hay que señalar que los poetas mexicanos han decidido que "amarse antologías", es lo que funciona para poder llegar a un público mayor. Mientras más "poetas" se incluyan en la obra, se tiene la esperanza de alcanzar un mayor número de lectores.

Muchos editores de poesía (que las más de las veces también se presienten poetas: yoteedito-túmeeditas), imprimen, copian, editan, compilan, los poemas de sus poetas admirados, amigos admirados, amantes admirados, compañeros que pueden unir su nombre al suyo y ser una dualidad artística editor-autor-editor: "Edité a Fulano, y cuando alguien hable de este Fulano, sabrán que yo lo edité, y hablarán también de mí".

En segunda instancia hay que señalar que al menos 60 páginas forman un libro; ya sea de poesía, cuento, de lo que sea. Sesenta páginas tienen que ser lo mínimo. Todo aquel texto que tiene menos de 60 páginas, es un cuadernillo, al que en el medio literario conocemos como plaquette.

En tercer lugar, hablemos del tamaño. Los libros deben estar en un tamaño que va, de la media carta al medio oficio. Pero la mayoría de las editoriales independientes apunta incluso al 1/4 oficio o al 1/4 carta, y con eso juegan para alcanzar el número de mágico de las 60 páginas, y poder tener UN LIBRO, aunque el original del autor apenas alcance las 20 páginas Esto con la finalidad de ahorrar recursos para la impresión.

En México, para los editores de poesía, los libros que tienen que formar parte de su colección son: al menos un becario del Fonca, al menos un poeta con un premio nacional. A éstos hay que pagarles la edición o, mejor dicho, a éstos no hay que cobrarles. Y sumados a los mencionados, faltará incluir a los novios, novias, amantes, a ésa chica que te prometió las nalgas si la editabas, y los amigos de borrachera y drogas, pero claro que sí. Gran parte del mundo editorial en México viene con estas presunciones.

Es por eso que siempre he hablado de los Altibajos en la Poesía Mexicana, porque se notan los desniveles entre la obra de los autores, entre los libros de un mismo autor, e incluso el desnivel puede observarse en una misma obra, entre un poema y otro, e incluso hay casos —donde la soberbia y la falta de taller predominan— en que los poemas se caen, es decir, un mismo poema no se sostiene.

Los premios municipales, estatales, regionales, nacionales, no son el sitio donde uno puede encontrar a los mejores poetas, ni los mejores poemas, y nadie podrá decirte lo contrario. Baste que leas a los autores. Porque la repartición de presupuestos siempre seguirá amarrada a las intenciones de quienes convocan y de los que acaban siendo jurados. Por ello los libros de estos poetas de al menos 60 páginas, puede contener dos grandes poemas, apenas, algunos versos rescatables, y paren de contar. Son libros que no se sostienen con 60 páginas.

Y de esos libros, acá les presento algunos:
1. "El tema de la escrofularia", de Maricela Guerrero. Editado en el 2013 por Editorial Piedra Cuervo y Ediciones de La Esquina. Cuenta con un dibujo en la portada creado por Amaranta Caballero Pardo. Entonces de nuevo vemos: la amiga Amaranta, buscando que editen a la amiga Maricela. ¿Y la poesía? Bien, gracias.

El contenido "poético" del cuadernillo es escaso (el trabajo se presenta en 56 páginas, siendo siete las primeras páginas de portadillas y créditos, y seis páginas más en blanco y contraportadillas para cerrarlo). El 'texto poético' de Maricela Guerrero va de las páginas siete a la página 48. Es decir: un texto de 41 páginas.

¿Y qué se encuentra uno mientras lo lee? Se encuentra con cosas tan 'interesantes' como: alusiones al Himno Nacional (una bestia en cada hijo te dio / un hígado en cada hijo te dio); alusiones a rondas infantiles (las mariposas se columpiaban / sobre los brazos / de una araña), que vuelve a repetirse (una niña se columpiaba sobre la tela de una araña / como veía que resistía); interacciones con una canción del grupo ochentero de mujeres que se llamó ‘Fandango’, y cuyo único éxito fue: Autos, Moda y Rock and Roll, y con la letra de la canción Imagine, de John Lennon, alusiones a la saga de Rápido y Furioso, con tal de criticar el operativo, que bajo el mismo nombre permitió que miles de armas se introdujeran a México, y desaparecieran en manos de los grupos del crimen organizado. La crítica social, la crítica al estado, bien. ¿Y la poesía? El panfleto no funciona, la poesía menos.

El lenguaje poético que la autora intenta es más o menos en este tono, permanentemente: "Rápido y furioso, qué buen nombre que puso el director de la oficina de alcohol, tabaco, armas de fuego y explosivos: en el 2006 le llamaron receptor abierto traspiés y puntapiés y malos juicios".
¿En serio? ¿Escucharon ustedes el lenguaje poético, disfrutaron ustedes la poesía que la autora plantea? Pero claro que no, tienes más poesía muchas columnas que aparecen en los periódicos. Subirse a la mesa del panfleto, de la crítica social y de gobierno, requiere una gran atención poética. Bertold Brecht siempre logró evidenciarlo en el poema Hollywood, en el que dice: “Para ganarme el pan, cada mañana / voy al mercado donde compran mentiras. / Lleno de esperanza, / me pongo en la cola de los vendedores”.

Y eso es todo. ¿Ves, Maricela? El intento de la poesía panfletaria, de la crítica social se agradece, pero en este poemario hizo falta mucho más.
Pero, bien, anímense a leer la obra. Si quieren no me crean. O mejor no lo hagan, pues no vale la pena perder el tiempo en algo que no genera ninguna emoción. Ahora que, si se animan, yo los invito a detenerse apenas en el poema: "Desapariciones", de la página 37 del poemario. Quizá éste texto sí pueda funcionar.

2. Repasemos un segundo libro de poetas mexicanos que no vale la pena leer. Hablemos de: “La doncella negra” de Esther M. García. Editado en el año 2010 (cuando la autora cumplía los 23 años), por Regia Cartonera, Monterrey. Consta de 76 pp. La autora escribe pensando “que todos sus dramas son poesía”, buscando en casi todos sus poemas el “efectismo”; y lo que es peor, piensa que tenemos que condolernos con sus letras. Esta soberbia en la escritura nos hace percibir que la autora es incapaz de mirar la serie de errores que comete al escribir. Sobre todo, la falta de taller literario, la falta de autocrítica sobre lo que escribe. La autora divide el libro en seis apartados: ‘Ojos de niño’, ‘La doncella Negra’, ‘Eros’, ‘La Galería’, ‘Lugares para habitar’, y ‘Entropía’. Los descuidos de la autora son varios, pondremos algunos ejemplos: “Mi dedo índice decide el destino de la hormiga”. ¿Alguna letra “d” más? En general, en ese primer poema denominado ‘Destructor’, la autora escribe 43 veces la letra “d”. (página 11)

Podemos contar incluso las rimas internas y los ecos rimados, que la autora produce: “Me venden en el supermercado caro de la vida”(pág. 12); “de un antiguo y rojo pájaro / que hace años” (pág. 12); “Con tu puchero-lucero”; “Levitas levemente y te lleva el viento, / junto a las hojas de los árboles marchitas por la arena del tiempo” (pág. 15); “envuelta en papel viejo sin un tarjeta / sin un “te quiero” ni abrazos ni besos” (pág. 16); “Creó suaves telas con sus acordes / que llenaban de color las habitaciones” (pág. 19); “a las cucarachas en ruiseñores y / a las tarántulas en flores”.

Hasta acá llevamos 19 páginas de las 76 que contiene el libro. Es decir, el 25% del poemario está lleno de errores. ¿Qué se está cantando en este libro? Apenas efectismo. Los pobres niños, los malos padres, bu, bu, bu, y nada más. Pero sigamos evidenciando las rimas internas de la autora: “Sólo con mi madre y un perro / que por las noches ladra al viento”. “No tendrían miedo de tomarme de la mano / Nadie me vería con desagrado” (pág. 20). Usted recuerde que la rima se basa en la terminación de las últimas vocales de una palabra, puede ser una rima idéntica, o una rima fónica como en el caso de los ‘versos’ de la autora. Sigamos, esto es una joya: “como costra marranosa” (pág. 22), maravilloso símil que la autora ha creado. Una más: “y entre ida y venida un poco de ellos se iba / despacio por el agua de las cañerías” (pág. 23). “que me roza el oído como un cuchillo” (pág. 36). “es lo único que siento y veo la tenue luz en el techo” (pág. 37). “agarrados de la mano”, (pág. 40) ¿Es en serio, poeta? “Pero el mundo sigue girando, / el sol alumbrando” (pág. 45). “Ahí mismo llega tu musa roja y / algo en tu interior se descontrola” (pág. 46). “Hay pasillos de interminables recuerdos, / así como habitaciones llenas / de retratos y ecos viejos” (pág. 60).

Pero eso no es todo, además tendríamos que enumerar los errores de redacción: “arrullándose en ratos”, “La casa se cae en pedacitos” (pág. 15); “Mi hermano teje sonidos / con sus manos en su guitarra” (pág. 19). “Todo él recorre el líquido rojo / en mis venas que es su nombre” (pág. 35). Llegamos, con mucha disciplina, a la mitad del libro y esto sigue mal.
Porque todo tiene que ver con la falta de taller, con la falta de autocrítica, la falta de revisión, la falta de saber qué es lo que hay que borrar. He acá un claro ejemplo: “La perfecta maldad / nacida del vientre de la poesía / dormita entre sábanas de rosa y espinas” (pág. 38). La autora es incapaz de borrar el tercer verso, que hace que se caiga la idea. Porque lo que es grande en el inicio: “La perfecta maldad / nacida del vientre de la poesía”. Para qué agregar más. Y lo peor, para qué agregar rimas internas: “poesía, dormita, espinas”, cuando pude terminar el verso en “poesía”. Esto es la clara evidencia de cómo el autor puede arruinar su propio trabajo, por no corregir.

Errores ortográficos: “para decirme cuanto me amaba”, (que desde la pág. 16 se repite al menos tres veces) ¿acaso ‘cuanto’ no debe llevar tilde, y escribirse ‘¿cuánto’?; el equivocado uso de los artículos como: “envuelta en papel viejo sin un tarjeta” (pág. 16). El equivocado uso de la palabra “porque” como en “por que los ciegos no los pueden ver” (pág. 60)”. Se trata de un trabajo editorial tan fallido, que incluso repita un poema en la página 40 y en la página 65, todo un poema de dos páginas. O el desconocimiento del lenguaje, tanto de la autora como de sus editores: “De las mujeres con el pelo pringoso / y embarañado”. ¿Embarañado? ¿No habrán querido decir ‘enmarañado’, es decir hecho una maraña de pelos? (páginas 40 y 65).

El tremendismo de la autora es tan cándido: “Yo amo estas calles / aun si huelen a mierda”. “Las mujeres golpeando al niño”. “Aquí huele al vómito de la muerte”. Su efectismo, tan cursi: “y lloran, amargamente, por que los ciegos no los pueden ver” (pág. 60). “y sus enormes ojos tristes de tanto ver / la felicidad” (pág. 60). Porque ocurre, y mucho, que no puedan entender que “no todos tus dramas son poesía”, y como no lo entienden, escriben y publican cosas como: “los recuerdos de un padre y esposo que se fue / junto con el último gramo de comida / y el último rastro de felicidad”. O pretenden ser críticas sociales: “Primero cómprate las tetas de silicona más caras y / luego cambia tu rostro” (pág. 70).

Pero como pasa cotidianamente con los poetas mexicanos. En este libro, uno puede quedarse con algo; que aunque pueden ser poemas también cargados de efectismo y tremendismo: “la rosa que no tiene pétalos sólo espinas”; al final se puede encontrar con buenos versos, como: “masticadas por el gran diente fervoroso de la religión”. Y es precisamente el poema que da nombre al poemario. Se trata del poema: ‘La doncella Negra’, (pág. 27), al menos los fragmentos I y II. Porque el fragmento III, es de un tremendismo tan vomitable; que si se quita del poema el poema crecería y mucho.

O también quedarse con el fragmento II, del poema titulado: “Henri Ford Hospital” (pág. 49), y hablo del fragmento II, porque luego el poema vuelve a caerse por el “tremendismo” y el “efectismo”, que la autora quiere imponer a fuerza en sus textos. El no saber dónde terminar el poema, vuelve a hacer que el poema se le caiga, y las rimas internas y los descuidos vuelvan a aparecer: “No quiero llorar, no quiero, / pero a veces hay un petirrojo en mi pecho”. Y si uno avanza un poco más, quedarse con el poema “Árbol”, de la página 62.


A manera de conclusión tenemos que repetir que no todos los dramas del autor son poesía. Pueden volver poemas, siempre y cuando el artificio en la hechura del texto presente el esfuerzo del poeta. La idea personal está ahí, en la universalidad de la emoción. El autor tiene que alejarse del texto, escucharlo en voz alta, corregir. Un autor no puede darse el lujo de publicar un texto donde se observan errores ortográficos en su trabajo. Del trabajo editorial tal vez no pueda hacerse responsable, pero sí lo es de la obra escrita. Es necesario abandonar el tremendismo, abandonar el efectismo en la poesía. Si todo está dicho, es labor del poeta decirlo de una forma nunca antes dicha.






jueves, 13 de junio de 2019

LA NOCHE DE SAN JUAN










Esa noche en que la mitad del año se acorta, se acortan las penas, tristezas y disminuyen las que vendrán en lo que falta del año. Las hogueras pronuncian una oración quieta y crepitante a la naturaleza, pidiendo iluminación para los meses siguientes, para llevar inteligencia y reflexión a todos y cada uno de los rincones sombríos de nuestro espíritu. La creación se alimentará de esa luz, para escribir y crear desde la algarabía de sentirnos vivos, porque aún falta mucho camino por recorrer este 2019. 

La temática de estos meses - JUNIO, JULIO -  es retomar esta insignia mítica desde los orígenes y en conjunción primigenia con la naturaleza, para despojarnos de prejuicios y crear desde la profundidad, todo lo que esta noche mágica ofrece tras el solsticio. 



Invitamos a todos los Creadores, en cualquiera de las artes en las que se complementen, a que nos compartan por medio de las #letras, #pintura, #teatro, #danza etc... alguna #creación que sea de su agrado. Este espacio lo conforman tus colaboraciones, y no solo está destinado a la creación literaria, también está abierto a las artes en general.


Esperamos sus creaciones, al correo que ya conocen: elcreacionista_@hotmail.com o al correo de las principales redes sociales: https://www.facebook.com/creacionista, https://twitter.com/creacionista.




jueves, 30 de mayo de 2019

LA FELICIDAD

El creacionista del día. Adán Echeverría.







Hoy amanecí sin dinero
y mi hijo sonreía.


Ayer
al caer la noche
hablé por el móvil con mis pequeños
que viven al otro lado del país
y mi perrita me daba lengüetazos en las mejillas
y no me dejaba explicarles la angustia
de estar lejos.


No podía sino reír y escuchar que
Esteban había terminado la tarea
y que Alex
logró meter dos goles hacía unas horas
y se preparaban para dormir
tan lejos de mis brazos.


Por la tarde leí unos cuentos malos de Bolaño
y de nuevo “Historia del Ojo” de Bataille.


Di unas horas de taller literario,
comí unos tamales
dormí abrazado a mi mujer
con mi bebo a nuestro lado
y la perra
siempre encima de nosotros.



Hoy desperté con la certeza
de la felicidad
paseando por la casa.





jueves, 16 de mayo de 2019

MATY

El creacionista del día. Rodolfo Bertoni F.







Yo estaba muy cabizbajo y taciturno sentado en la acera; lo único que recuerdo en ese momento fue ver pasar a muchas personas corriendo con palas, cubetas y herramientas para escombro, no eran sólo policías y paramédicos sino también personas que conozco, simples civiles; gente con el rostro en lágrimas, preocupaciones e impotencia de no poder hacer nada. Vi mucho humo y estaba muy confundido, una tierna chica se acercó a mí y creo que vio mi cara con lágrimas y mucho espanto, ella me abrazó y me dijo mientras acariciaba mi cabeza, que todo iba a estar bien.

Todo lo que pasó fue muy fugaz. Mi mamá estaba lavando, a un lado del departamento y por casualidad dejó abierta esa puerta, mi papá escuchaba en su computadora música estridente (de ese cantante argentino en coma, no recuerdo) estaba haciendo cosas casi rutinarias. Hubo algo raro en el ambiente, percibí el rápido aleteo de muchas aves, como si mi sangre fluyera más deprisa, cuando repentinamente todo empezó a sacudirse, e instintivamente salí primero del departamento, escuché como se caían cosas, bajé las escaleras y oí gritos ansiosos, los muebles y ventanas rechinaban e igual caían vasos, platos, cosas de cocina y los adornos de las salas de los vecinos; para mí fortuna el portón de los departamentos estaba abierto y salí lo más aprisa que pude, los vecinos también lo hacían, pero yo solo corrí y corrí sin mirar atrás, no me percaté qué tanto, hasta que llegué a una calle donde nada me era familiar, el lugar era extraño, con personas extrañas, olores extraños, y lo peor es que un edificio estaba colapsado. Me senté en la cornisa de la banqueta llorando, porque me había extraviado por el temblor y porqué había perdido a mi familia. Entré en un estado de shock sin saber qué hacer y mi mente quedó en blanco.

La chica me preguntó si sabía de dónde venía, la miré consternado. Ella me cargó entre sus brazos y caminó. Empecé a reconocer el lugar, los colores (un poco grisáceo y café por lo mismo del humo) olores, incluso a las personas; me bajé de sus brazos abruptamente y fui llorando hacía ese edificio donde vivíamos mi familia y yo, estaba totalmente destruido, y lloraba más y más. Conforme llegaba a las ruinas me subí a una biga mal puesta, rascaba y rascaba. La impotencia de no poder ayudar me invadió, quería ver que todo estuviera bien, olerlos nuevamente.

Insistí en mi búsqueda, la chica me gritó que no lo hiciera, hasta que me tomó de nuevo en sus brazos y lloramos juntos; creo que se conmovió más al verme hacer eso. Escuché que mi papá a lo lejos gritaba ¡Maty, Maty! Volteé mi cabeza rápidamente porque reconocí su voz grave, no pude contenerme, era mi papá y mi mamá que corrían y se tambaleaban con llanto de felicidad porque venían a recogerme. Veloz, me solté de los brazos de la chica e inmediato empecé a mover mi cola de izquierda a derecha de tanta felicidad y a ladrar en forma de reclamo y alegría, les lamí la cara de tanta emoción, para mí aquellos minutos fueron la eternidad.




jueves, 9 de mayo de 2019

EL BECARIO

El creacionista del día. Ricardo Durán





Nos conocimos en aquella oficina gris en donde ambos trabajábamos. El mismo gris del edificio era el color de todos los mediocres a los que contrataban. Sin aspiraciones, sin sueños, sin deseos ni ganas de crecer. Yo era peor que todos ellos, porque yo no cobraba ni un puto centavo. Era el becario del lugar. Me dedicaba a ir por los mandados u otra cosas que se ocuparan en la oficina. Sin embargo, me conformaba y me gustaba ver llegar todos los días a las cinco de la tarde a la maestra de arte a impartir su taller de artes plásticas para niños. La profesora Zúñiga era sumamente puntual y muy mamona. No hablaba con nadie, al menos que no fuese de trabajo. Era delgada, estatura media y fea, sin embargo, usaba un piercing en la nariz que le daba un sexy toque a su figura. Tenía la suerte de hablar con ella de vez en vez, porque regularmente me mandaba a comprar algún tipo de material para su clase a la papelería y repentinamente me regaló un par de sonrisas.


 Todos en la sección salían a comer de lunes a viernes de 3 de la tarde a 4:30pm. Me gustaba cuando se iban y me quedaba completamente solo. Comía algún sándwich que traía de casa y bebía vino barato con jugo de naranja que metía en algún termo de café. El subdirector de esa área sabía que lo hacía, pero no decía nada porque más de una vez lo encontré cogiendo en su oficina con la secretaria de la directora. Siempre me ponía a fisgonear en las computadoras y sin que ellos lo “notaran” les ayudaba con la edición de algunas capsulas informativas. Un viernes me encontraba fisgoneando en la computadora de Paquito, un editor de gran experiencia. La abrí y en su disco duro había un vídeo porno de él y su novia. Su novia estaba muy buena y me enganché viendo el vídeo. Sabía que no habría problema porque todos regresaban dentro de una hora y media a la oficina. Mientras en el vídeo Paquito se cogía a su novia, comencé a sobarme el pene sobre mi pantalón. Comenzó a ponerse dura y no pude más y me la saqué. Le puse pausa al vídeo cuando la novia de Paquito comenzó a mamársela. Se miraba que disfrutaba tenerla en su boca y que sabía hacerlo bastante bien. Comencé a movérmela de arriba abajo. Se sentía bien hacerlo en un lugar prohibido. Ahora sabía lo que sentía el hijo de puta del subdirector. 

Sin hacer ruido, llegó la profesora Zúñiga. Se paro delante de mi y vio lo caliente que estaba. Intente guardarla inmediatamente pero ella se acercó. 

—¿Qué estás haciendo, cabrón? — Deja te la chupo o te reporto para que te corran en este instante. 

Se agachó y se la llevó a su boca. Cerré los ojos y disfruté mientras me acordaba de la novia de Paquito. La profesora Zúñiga seguía chupándomela toda. 

A lo lejos escuche voces. La aparte unos segundos y me estiré para asomarme. La profesora se hincó de nuevo y siguió chupándomela más rápido. Los chicos de la sección se les había ocurrido llegar temprano esa tarde y estaban por llegar a la sala de edición. No pude contenerme más y me vine. Terminé en la boca de la profesora. Me salí y salpiqué de esperma el teclado de Paquito. 

Paquito y Gerardo entraron a la sala y me vieron con la profesora. Todas las computadoras estaban apagadas. La profesora me ensañaba a pegar alguna parte de una marioneta. Paquito llegó a su lugar y vio algún liquido blanco en su lugar y me miro molesto. 


—Pinche becario, si vas a aprender a pegar tus mamadas, que no sea en la sala de edición.


 Agarré el teclado y lo desconecté del CPU. Le puse windex y comencé a limpiarlo.


 La profesora Zúñiga agarró su marioneta y salió riéndose discretamente. 


Regresé con el teclado limpio y lo conecté. 


Paquito encendió su computadora y se puso a trabajar.




martes, 30 de abril de 2019

CLOSING DOORS




Lentamente todo se salva, todos los gritos quedan atrapados en la garganta del olvido, expresiones tardías caen deshojadas por el paso de las horas, y las noches no dejan de llorar la gravedad perdida de los posibles accidentes de la pasión; todos se levantan, otros se acuestan y acuestas llevan los días tejidos a los ojos, para no olvidarse de mirar todo lo significativa que ha sido su existencia, aunque esta perdure poco en el respiro instantáneo del tiempo. 

El mes de Mayo para muchos adviene la caída del año, la mitad de lo que hemos vivido se disuelve en la vida diaria, para dar paso a la insalvable levedad de los días venideros. La temática del mes consiste en cerrar puertas, avanzar y desplegar alas para los próximos meses, donde todo parece un poco vacío y lineal. A veces es bueno cerrar una puerta y abrir la siguiente para encontrar un panorama desconocido o reconstruido. 

Invitamos a todos los Creadores, en cualquiera de las artes en las que se complementen, a que nos compartan por medio de las #letras, #pintura, #teatro, #danza etc... alguna #creación que sea de su agrado. Este espacio lo conforman tus colaboraciones, y no solo está destinado a la creación literaria, también está abierto a las artes en general.


Esperamos sus creaciones, al correo que ya conocen: elcreacionista_@hotmail.com o al correo de las principales redes sociales: https://www.facebook.com/creacionista, https://twitter.com/creacionista.


Alma Carbajal G. 





jueves, 28 de marzo de 2019

Heissenberg

El creacionista del día. Rodolfo Bertoni F.









Heissenberg Banner era persona normal, común y corriente, con un trabajo  hasta el tedio de  rutinario,  cosa que no le permitía ser o hacer  lo que realmente quería. Pero… ¿qué es lo que realmente quería? Como todas las personas, vivía en una casa pequeña  de ayuda del gobierno, a pesar de no ser esos edificios que son idénticos que siempre otorgan, su hogar era realmente igual al de todas las demás casas; excepto por los colores de algunas que son muy llamativas, todas amontonadas parecen laberintos.

En busca de respuestas fue a su ciudad natal (ya que  trabajaba en la ciudad central hacía varios años).  Caminaba por las calles cavilando y viendo como las hojas de los árboles caían en otoño, pasando por los mismos puestos de comida y bares que recordaba justo cuando era niño.

Creyó  reconocer a alguien.

- ¡Oye!, creo que te conozco (alzó la voz, pero se escuchó como grito).

-Si dime.

-¿Eres Demian, verdad?- En esta edad de la vida los dos tenían aproximadamente 28 años, aquel conocido, totalmente un caballero, cabello negro, afeitado meticulosamente, sus gestos no cambiaban de cuando niño, se movía como gacela pero atacaba como vikingo en acción.

- Íbamos en el colegio de niños, y yo me sentaba aun lado de tu amigo Sinclair, ¿recuerdas?

- Por supuesto, que te trae por aquí de nuevo Heis.

- Ando en busca de algunas respuestas, he tenido pensamientos que me acongojan y ya no puedo incluso trabajar.

- ¿Qué es a lo que temes? No quiero importunar si no estás cómodo con la plática-. Comentó Demian.

-Desde niño eras una persona muy abierta y centrada, sabías lo que querías y eso llamaba la atención a todos…- Mientras él seguía con la adulación Demian solo escuchaba atento, pero parecía que también le cansaba. – Y solo quería preguntarte si acaso ¿tú le has temido algún día a la muerte?-.

- Sabes  Banner, habitualmente te me hacías una persona taciturna, con miedos de niños y hasta ahora los tienes se ve a leguas. No tengo respuestas a tu congoja, pero tanto Buddha como Cristo, decían “La muerte es un paso para la vida eterna”. Dos ideas iguales  tú decides si las crees.

Eso dejó a Heissenberg más confundido. Todo le iba mal al pobre diablo, caminaba muy calmo al cruzar la calle que casi lo atropella un carro rojo (modelo 2015 con placas terminación 78)    – ¡Ay dios!- y mentó madres, aunque no creía en Dios y en ese momento lo invocó, sintió la muerte casi cerca, y se dio cuenta que era un pellizco de la vida, solo uno.



Pasó por la calle dónde tuvo su primer  amor, que fue una total decepción al engañarlo con su mejor amiga. Rememoró los hechos que lo habían marcado de por vida, porque las había  encontrado  en la cama desnudas besándose, en la recámara de su misma casa de cuando fue niño. Pobre ingenuo, nunca vio las señales, se agarraban de la mano entre ellas, y a él no se le hacía raro ya que todas lo hacían como signo de amistad entre amigas.  Se tocaban los senos cada vez que se ponían ropa, claro que lo excitaba, pero a su amiga no. Cada vez que salían los tres parecía que el salía sobrando, no obstante le daba gusto que su  novia  no sintiera celos de su mejor amiga. Incluso una vez, solo una vez, sospechó, cuando fueron a un bar y se agarraron la pierna entre ellas y se miraron de una forma muy rara, pero pensó que habían sido las copas. Poco a poco su novia se fue enamorando de ella, hasta que llegó el momento  que las vio (un impacto total para su ser, que le hizo saber en qué había estado mal). Caminaba  y recordaba aquel vergonzoso y fatal encuentro, un suspiro  a la eternidad,  una marca de por vida; realmente a nadie le dijo, pero eso lo hizo dejar la ciudad, por la vergüenza y para superarse a sí mismo.

La misma usanza en la vida diaria de cuando era joven. Siguió caminando y se reencontró a un amigo del mismo colegio,  lo invitó a tomar una cerveza artesanal, y por supuesto que aceptó. Entraron al bar y charlaban de las mismas suposiciones, hipótesis y cualquier cuestión de la muerte.

-Kromer he tenido miedo a la soledad, a no amar como lo hice la primera vez, no dejar legado, sentirme despreciable, creo que todo esto conlleva a la muerte. No puedo seguir así, necesito algún motivo real para seguir adelante.

-La vida es tan preciosa…. Y empezó a hablar como si fuera el pastor de una iglesia que quiere ganar fieles, Heissenber veía como se movía la boca de su amigo, todo parecía dar vueltas a su derredor,  con ganas de vomitar, y colores muy vivos por todos lados, sintió presión en todo su cuerpo y vio un ser raro, negro, como siempre lo ponen en las movies de ciencia ficción, la muerte. Se acercó a su oído y le susurró algo, imperceptible para cualquier humano, su sonrisa se le aclaró en la cara y en verdad encontró el sentido a su vida, sabía por qué cosas luchar y que hacer, era otro hombre, alguien con determinación.

Se despertó de ese trance y su amigo seguía hablando sin parar ya no de lo que le preocupaba, sino de su patética vida peor que la de él.

-Kromer  (dijo Banner) gracias por todo en verdad me has ayudado a encontrar  un sentido a algo, ahora sé que puedo y quiero seguir viviendo  con alegría, sé que me irá muy bien.

Aunque realmente no le sirvió de nada la extensa plática  de su camarada, se paró efusivamente y  sacó un billete para pagar lo de ambos.  Salió del establecimiento corriendo, gritando y saltando de gusto. Solo él sabe qué le dijo la muerte en ese momento. El pobre diablo, afuera del bar gritaba casi chillando.

-¡Tengo la respuesta!, ¡tengo la respuesta!. ¡Sé  de qué se trata la vida y la muerte!-. 

Justo en ese momento estaba en medio de la calle con las manos en el aire en forma de agradecimiento, cuando repentinamente pasó un carro a toda velocidad que lo  arrolló y murió instantáneamente. 

Antes de cerrar los ojos se dio cuenta que las placas eran las de la terminación 78.






martes, 19 de marzo de 2019

Mr. Matthews

El creacionista del día. Ricardo Durán.









Llegué empapado a la casa de mi profesor de inglés esa noche. La lluvia me cogió sorpresivamente a medio camino de mi clase particular de inglés y ya no pude regresar a casa. Llovía demasiado.
Mi profesor es un gringo radicado en la ciudad de México desde hace 15 años. Habla perfectamente español y a parte de las clases particulares en su casa, también da clases de inglés en la Universidad Autónoma de Chapingo. Siempre me dijo que lo llamara por su nombre, pero preferí guardar la distancia y lo llamaba por su apellido, Mr. Matthews.

Mr. Matthews es un tipo alto y delgado. Tendrá unos 56 años y se ve algo acabado. La regla básica de la clase es siempre hablar en inglés.
Me abrió la puerta y me hizo pasar inmediatamente. Me ofreció una toalla y salió apresurado hacía su habitación. Salió con un pantalón deportivo y una sudadera. Mientras me ofrecía las prendas, me pidió que me quitara la ropa para echarla a secar y así poder tomar la clase sin problemas. No lo vi del nada mal y me desvestí delante de él. Vi como me acariciaba con la mirada, pero no le di importancia. Cuando me quité el bóxer me voltee y sus lentes se empañaron un poco al verme con el culo al aire. Me vestí y al terminar de ponerme la sudadera, me ofreció un vaso de whisky para el frío. Algo que le agradecí infinitamente. Se fue al baño y puso mi ropa a secar en su máquina secadora. Regresó a la sala y la tomó botella de whisky y sirvió un vaso para él mientras allá afuera la lluvia seguía fuertemente. Vio mi vaso vacío y sirvió otro poco más de whisky. Como de costumbre encendió el televisor y puso una película totalmente en inglés. Sin subtítulos. La vimos bebiendo whisky y con la luz apagada. No supe si la tela de su ropa deportiva o el whisky me calentaban del frío que hacia. La botella iba un poco más abajo de la mitad y la película estaba por terminar. Sonó el teléfono y puso pausa a la película. Encendió la luz y contestó. No tardó tanto y regresó nuevamente. 

— My wife is not coming back tonight.

— Where is Mrs. Matthews? Le pregunté.

 — Oh, my dear friend, she is at a friend's house, but that neighborhood has suffered a flood and will not come.

No dije nada y seguí bebiendo. La señora Matthews es una hermosa cuarentona. Alta, delgada, con tetas y culo chico, pero con mucha clase. Terminamos de ver la película y me tocaba analizarla completamente en inglés. Se nos fue el tiempo y la botella. Saco otra más y la lluvia no paraba. Para ese momento me había olvidado completamente de mi ropa. Platicamos de cosas en general y la lluvia no cesaba. Finalmente le venció el cansancio. 

—My dear, I have to sleep. You can stay on the sofa and tomorrow you can go early in the morning.


Le agradecí el gesto porque ya me sentía algo borracho y la puta lluvia seguía al mismo ritmo. Regresó con colcha y almohada y la dejó sobre el mismo sofá. Nos despedimos y me abrazo. Su abrazo se sentía necesitado de amor y de sexo, pero no del sexo de su esposa, mas bien de otro sexo. Nos soltamos y se fue.


 Encendí la televisión nuevamente y seguí bebiendo. Habían pasado treinta minutos y me dio hambre. Me levanté y fui directamente a la cocina. Saqué un poco de queso y pan para sándwich y me preparé dos. Mientras comía mi último emparedado fui al baño. Terminé de mear y me guardé el paquete. Saqué mi ropa de la secadora y no encontré mi bóxer. No le di importancia y la doble. Salí del baño con mi ropa y me dirigía a la sala cuando escuché unos gemidos que venían de la puerta del fondo. Me pareció un poco extraño ya que en la casa solamente estábamos él y yo. Así que me acerqué lentamente sin hacer ruido y los gemidos comenzaban a escucharse más fuertes. Llegué a la puerta y la abrí muy despacio y ahí estaba él, masturbándose con mi bóxer en mano. Vi lo caliente que estaba y justo cuando se estaba viniendo. 


Me fui directo a la sala y me cambié de ropa. Me sentía raro estar vestido sin mis boxers. Me dirigí a la puerta y la abrí. Estaba a punto de salir cuando me regresé a la sala y cogí la botella y salí.


 En la calle seguía lloviendo de la misma manera. Caminé por unas cuantas calles hasta encontrar un taxi. Me volví a empapar de la terrible lluvia que seguía toda la noche, así como mis boxers estaban empapados de lluvia blanca de Mr. Matthews. 


¿Cómo se llamaba el profesor?


Robert Matthews.





martes, 12 de marzo de 2019

Deseos ahogados

El creacionista del día. Alma Carbajal G.









Una palabra, dos, tres
pierdo aire,
un latido, dos, tres
pierdo corazón,
una lagrima, dos, tres
pierdo deseo.



Devoro a besos todos aquellos deseos,
ahogados.
Entre labios aún quedan estelas
de añoranza
tardía,
espejismos
que se pierden en mi pecho.



Como no ser melancolía pura,
si vivo,
y me han alimentado de ahogados deseos,
ahora mi alma no puede ser otra.
¿Acaso puede serlo?




Al final de cada beso,
lanzo una dulce y húmeda maldición

                               ... el amor

te encontrará en el océano de otros ojos,
en el rumor de otra tormenta,
en el final de una agonía,
en la esperanza de una última palabra.









lunes, 11 de febrero de 2019

Ilusión de vida

El creacionista del día. José Luis Pérez.





Vida, tan misteriosa como el inmenso universo

que se encuentra a nuestro alrededor,

tan versátil como las grandes olas de mar que produce el océano,

tan impredecible

que sin darnos cuenta todos los días jugamos a la ruleta rusa,

por conseguir aquello que llamamos felicidad,

sin saber que el mundo no solo es alegría, si no también agonía,

pues esto y el dolor

que surge al dar un paso en nuestro sendero de vida,

no es más que una muestra de que realmente estamos con vida,

y que tal vez, haya algo más que el simple hecho de vivir atados,

a la superstición de conseguir todo lo que queremos,

sin tener una verdadera razón por lo cual hacerlo,

lograrlo para buscar algo más

...que el reconocimiento de las personas,

o sentirte realmente satisfecho contigo mismo

por lograr algo aún sabiendo que no será suficiente

pues nunca estarás satisfecho con nada,

es solo una farsa que se repetirá por el resto de nuestras vidas,

hasta que llegue la muerte, y descubramos


 lo que realmente le dio un significado a nuestras vidas. 





Apostándole a lo mismo

El creacionista del día. Ricardo Durán












Sabía que la encontraría todos los martes por la mañana a la misma hora en la bodega de la zapatería. Le tocaba acomodar los zapatos nuevos que llegaban. Yo trabajaba en el turno vespertino, pero cada martes iba con algún pretexto para verla y platicar con ella. Al comienzo le parecía extraño que alguien que entrara en la tarde llegara tan temprano a trabajar. Con las semanas se fue acostumbrando y nos fuimos haciendo amigos. Nunca se dio cuenta que me gustaba y que me ponía caliente. Rosa estaba casada con un tipo que limpiaba las oficinas de un lujoso corporativo al sur de la ciudad. Así que no me preocupe por competir con un bueno para nada como yo. Fui paciente y con los meses, Rosa me contó que su esposo la estaba engañando con una mujer de su trabajo. Estaba destrozada porque ella lo quería mucho. La abrace y le dije que no se preocupara, que hablará con él y si lo quería que lo perdonara. Y así fue. La semana siguiente en la bodega me contó con lujo de detalles aquella noche de reconciliación que tuvieron. No desistí y seguí esperando mi turno. Meses después volví a escuchar su llanto y está vez era algo serio, su esposo había vuelto a salir con la misma mujer. Rosa comenzó a llorar desconsoladamente y la abrace. Le dije algunas palabras de consuelo cuando me calló con un beso. Me empujó hacía un estante vacío y algunos zapatos cayeron sobre mí. Su mano derecha me desabrochó el pantalón para meterla y buscar mi pene. Se separó de mí, se alejó y cerró la bodega por dentro. Rosa era una mujer muy joven, ni buena ni fea, pero con unas grandes tetas que siempre me habían calentado. Me quité el pantalón y ya estaba listo para penetrarla. Rosa se quitó el suyo, se hincó y se puso en cuatro. Llegué y se la metí toda. Rosa agarró un libro de Shakespeare y lo mordió fuertemente mientras se la metía toda a gran ritmo. Terminamos de coger y nos vestimos. Salí de la bodega a fumar un cigarro. Minutos después entré y no volvimos a hablar más esa mañana.



La semana siguiente llegué como de costumbre a la bodega y me encontré con una sorpresa. Rosa ya no estaba en la zapatería. Había renunciado. En su lugar estaba un pinche gordo apestoso y hablaba mucha mierda. Así que esa mañana me fui y regresé a trabajar por la tarde.


Pasaron los meses y no supe más de Rosa. Parecía que se la había tragado la tierra. Salí de viaje con mi novia a la ciudad de Querétaro. Ella tenía familia en esa ciudad. Llegamos a la mañana y fuimos a desayunar a un mercado tradicional de la zona. Terminamos y salimos a dar un paseo por la zona. Llegamos al parque del centro y caminamos un poco. Nos sentamos en una banca vacía. Sorpresivamente me topé con Rosa y su esposo. Ambos nos vimos y a lo lejos sonreímos. Rosa sentada con su esposo en una banca. Se levanta y va hacía la nevería. Al verla me levanté y fui hacia donde ella. Rosa tenía tres paletas de limón en la mano y esperaba a que le dieran su cambio. Al entrar fui directo a ella.


—Rosa, necesitamos hablar.


Rosa me miró y sonrió. Tomo una de las paletas con la otra mano y me la dio.


—Para ti. Tú compra la paleta de tu puta.


Rosa salió de la nevería y cruzo la calle hasta llegar al parque en donde se
encontraba el cabrón de su novio. Él se levantó y ambos se perdieron de mi vida para siempre.



Yo compré una paleta de grosella y se la di a mi novia. No quedamos gran parte de la tarde sentados en el parque, viendo a las palomas.