painting by Thomas Pollock Anshutz |
Vamos a hablar de destellos,
de minutos en segundos
de segundos en nada,
de la nada en lo absoluto.
Vamos a hablar de destellos,
momentos difuminados,
escenas de cortometraje
y carreras de automóviles.
Vamos a hablar de lo diminuto que pasa el tiempo
y de que estoy aquí sentada
pero no viendo pasar el tiempo.
Vamos a hablar de que nadie tiene la razón de las respuestas que buscamos
y que berreando nadie consigue respuestas,
por favor déjeme hablar de que nadie sabe que tiene
hasta que vocifera la necesidad.
Vamos a hablar de poesía,
de música
de letras sin sentido que solo pocos saben encontrar,
hablar de sentimientos y virtudes,
porque de odio nadie quiere hablar.
Que la lluvia, que el calor, que el frío de otros países muevan al
mundo y a los sentimientos
porque eso me mueve a mí.
Que la alegría de los niños promuevan la inocencia,
y destruyan las idea de mentes perturbantes,
de sueños agonizantes.
Permítame hablar de amor,
aunque no sea la autora de tan gran ironía que nuestro Señor creó.
Permítame hablar de juegos de humanitos queriendo ser el mejor.
Permítame hablar
aunque no tenga la respuesta de nada,
Solamente permítame.
Permítame,
déjeme hablar.
de minutos en segundos
de segundos en nada,
de la nada en lo absoluto.
Vamos a hablar de destellos,
momentos difuminados,
escenas de cortometraje
y carreras de automóviles.
Vamos a hablar de lo diminuto que pasa el tiempo
y de que estoy aquí sentada
pero no viendo pasar el tiempo.
Vamos a hablar de que nadie tiene la razón de las respuestas que buscamos
y que berreando nadie consigue respuestas,
por favor déjeme hablar de que nadie sabe que tiene
hasta que vocifera la necesidad.
Vamos a hablar de poesía,
de música
de letras sin sentido que solo pocos saben encontrar,
hablar de sentimientos y virtudes,
porque de odio nadie quiere hablar.
Que la lluvia, que el calor, que el frío de otros países muevan al
mundo y a los sentimientos
porque eso me mueve a mí.
Que la alegría de los niños promuevan la inocencia,
y destruyan las idea de mentes perturbantes,
de sueños agonizantes.
Permítame hablar de amor,
aunque no sea la autora de tan gran ironía que nuestro Señor creó.
Permítame hablar de juegos de humanitos queriendo ser el mejor.
Permítame hablar
aunque no tenga la respuesta de nada,
Solamente permítame.
Permítame,
déjeme hablar.