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jueves, 30 de enero de 2020

BREATH IN

El creacionista del día. Rodolfo Bertoni F.







Platicaba acerca de la muerte con mis amigos, el hecho de que el ambiente fuera tenue con el ocaso, y los colores fueran anaranjados, rojizos y púrpuras, daba al escenario algo más de nostalgia, sobre todo porque la copa de vino que yo tenía era la cuarta y menguaba para otra ronda.

-         – Así no puede ser, mira de todo lo que hablamos es acerca de una antítesis de hechos irrefutables, el contraste, el villano y el héroe, blanco y negro, amor y desapego, la vida y la muerte, todo es un balance de cada cosa, y por lo que a mí respecta no existe nada más allá de la muerte, por eso mejor hacer ahora lo que queramos, obviamente sin exagerar, simplemente hacer las cosas, porque no sabemos con exactitud que vaya a pasar, y no sé si haya vida después de la muerte.

Ahora entiendo como las imágenes de mis amigos se difuminaban en color naranja, como si se perdieran entre los colores, empezaban a ser manchas, como cuando ves el sol con los ojos cerrados se ve completamente blanco.

-          – Amigos, sinceramente creo que ya no beberé más, no los estoy viendo claro, este efecto dionisíaco me nubla hasta el pensamiento.

Sigo recordando cómo sus palabras sonaron como la trompeta que utilizaban en Charlie Brown – cuando era niño eso me daba miedo, los adultos dan miedo, esa vida ajetreada – pero traté de calmarme y el eco de mis amigos también se difuminaba en ese gran cuarto, donde sólo se escuchaban sonidos rebotando por doquier, hasta que algo imperceptible se escuchó en mi oído, la primera vez solo fue un ligero viento con un sonido. Hubo una segunda vez más claro, escuchaba al oído mi nombre, y la tercera hizo que cayera despierto de un brinco de mí cama, palpitándome el corazón a mil por hora y sudando frío en ese momento, ese sonido aún susurraba mi nombre, diciendo: “ –  Buh, te he devuelto, no corras que ya te llegará a ti … (Tu nombre)”.