El creacionista del día. Nicola Capponi
Salí un día de Octubre;
llovía, y las nubes se aglutinaban unas con otras,
removiendo mi propio llanto.
Tú, tu recuerdo, vacío perenne que no deja dormir,
a mis mórbidas ganas, a los ojos vacilantes,
que te buscan en el gentío de mascaras,
hoy la mía ha caído,
la causa,
una lagrima, una lagrima en el vacío...
una lagrima en tu nombre.