El fastidioso rayo de luz,
va mezclándose con el celeste apacible del firmamento,
otro dia de Febrero, tratando de fingir ser Enero.
Las letras hastiadas,
vuelcan sobre la pagina recuerdos planos,
demasiado geométricos,
no se quedan en la memoria,
están a un click del olvido.
Envuelta en lluvia invisible,
mi nostalgia brilla sobre el murmullo de una estrella,
la temporada de lagrimas paso,
ahora solo quedan retazos de luz en mi habitación.
Mañana, quizá mañana,
pueda amanecer en Febrero.