El creacionista del día. Nicola Capponi
Todo el día se tumba al sol, retando a la luz con el enramaje peludo de su figura,
lleva noches sin volver,
es un ingrato,
dispone de dos alabanzas en mi contra,
traer cadáveres, y deslizarse templadamente entre mis piernas.
Las excusas reposan sobre los bigotes,
las miradas entrecerradas suscitan un aire de hijo de puta,
pero con la franqueza mas tenue, revuelve mis sentidos,
al escuchar un miau, mas miau, dos miau,
luego de eso se vuelve invencible,
mis molestias desaparecen y cierro la ventana.
Mañana me espera otra horda de modos de gato infame,
Zacarías, no es un compañero,
es un revolucionario de las azoteas,
otra noche con el colmo de la desesperación,
arruinada por maullidos frenéticos,
donde los demonios reposan,
sobre el suave ronroneo de un mar afelpado.