El creacionista del día. Alma Carbajal G.
Una palabra, dos, tres
pierdo aire,
un latido, dos, tres
pierdo corazón,
una lagrima, dos, tres
pierdo deseo.
Devoro a besos todos aquellos deseos,
ahogados.
Entre labios aún quedan estelas
de añoranza
tardía,
espejismos
que se pierden en mi pecho.
Como no ser melancolía pura,
si vivo,
y me han alimentado de ahogados deseos,
ahora mi alma no puede ser otra.
¿Acaso puede serlo?
Al final de cada beso,
lanzo una dulce y húmeda maldición
... el amor
te encontrará en el océano de otros ojos,
en el rumor de otra tormenta,
en el final de una agonía,
en la esperanza de una última palabra.
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