El creacionista del día: Adán Echeverría.
Adán Echeverría. Mérida, Yucatán, (1975). Investigador Posdoctoral en el Instituto de Investigaciones Oceanológicas de la UABC. Doctor en Ciencias Marinas. Premio Estatal de Literatura Infantil Elvia Rodríguez Cirerol (2011), Nacional de Literatura y Artes Plásticas El Búho 2008 en poesía, Nacional de Poesía Tintanueva (2008), Nacional de Poesía Rosario Castellanos, (2007). Becario del FONCA, Jóvenes Creadores, en Novela (2005-2006). Ha publicado en poesía El ropero del suicida (2002), Delirios de hombre ave (2004), Xenankó (2005), La sonrisa del insecto (2008), Tremévolo (2009), La confusión creciente de la alcantarilla (2011) En espera de la noche (2015); los libros de cuentos Fuga de memorias (2006) y Compañeros todos (2015) y las novelas Arena (2009) y Seremos tumba (2011). En literatura infantil ha publicado Las sombras de Fabián (2014).
Doctor en Ciencias por el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del IPN.
Posdoctorante en el Instituto de Investigaciones Oceanológicas de la UABC
1. ¿Desde cuándo te ha interesado la literatura y porque te interesaste en este género en particular?
El primer libro que me compré con mi dinero fue La isla del tesoro, de Stevenson. Pero desde los 10 u 11 años, cuando hice la primera comunión, yo leía el nuevo testamento, y no me bastó, por lo que me puse a leer en forma la Biblia, leía y leía sin parar. Antes de escritor, mi interés en la literatura era ese, la lectura, la Biblia, Edgar Allan Poe, Mafalda de Quino, comics… había en esa época series de dibujos animados, la biografía por ejemplo de Pedro Infante, que leí en comic cada domingo cuando íbamos a comer al mercado. Mi interés primero fue la lectura. A los quince años opté por comprarme una guitarra acústica, y entonces comencé la redacción de mis primeras letras. Y así hasta que escribía más de lo que componía. Cuando dejé mi banda de rock, entonces me quedé solo con los poemas. Publiqué mi primer poema en 1994, en la Revista de la Universidad Autónoma de Yucatán. Yo tenía 19 años. Ya había publicado otras cosas en revistas propias, que hacía para la Facultad donde estudiaba, pero estos no los considero porque no pasaron por el rigor de otra persona que no fuera yo. Siempre he pensado que la literatura tiene que validarla el otro, el lector, el editor. Por eso es que considero que mi primer poema El Enfermo, fue mi primera publicación en 1994. Así que considerando tu pregunta puedo decir que entre los 15 y 17 años es cuando empecé a dedicarme a la literatura. Primero con la poesía, luego el cuento, el ensayo, la novela, la dramaturgia.
2. Tu poética es única al del resto, pero ¿nunca te han criticado por no escribir una poesía más tradicionalista?
Reciéntemente en una lectura en el Foro Coincidir, acá en Ensenada, Baja California, presentamos mi más reciente poemario publicado En espera de la noche, y alguien del público me dijo: Me gusta mucho tu trabajo, pero ¿no te preocupa que tus poemas sean un poco diferentes a la poesía que las personas quieren escuchar, es decir, tus poemas no son muy románticos, invitan a pensar, y de pronto, en ocasiones pueden ser un poco difíciles de entender para los demás lectores que no están acostumbrados a este tipo de poemas? Y le contesté lo mismo que a ti: la literatura es comunicación, en ocasiones algo nos parece distinto o con un lenguaje diferente, porque no estamos acostumbrados al uso de algunas palabras, o algunas expresiones. Como mecanismo de comunicación, el poema comunica algo a su lector, si no lo logra no es que no sea un buen poema, puede ser que el lector tenga que esforzarse un poco más, conocer un poco más del lenguaje, dar una segunda leída si es necesario, si ante todo no comunica nada, si muchos dicen que no comunica nada, entonces quizá estemos frente a un acto fallido de comunicación. Pero si comunica, si logra hacer sentir algo al lector, entonces es que el poema ha cumplido su cometido. Las palabras del español son muchas, y los poetas tenemos la responsabilidad de ir conociéndolas, y podemos transformarlas, podemos incluso crear palabras nuevas, y los lectores, las irán aprendiendo con nosotros, así se forma y transforma el lenguaje.
Nunca me han criticado por alejarme de lo tradicional, ni tampoco me han criticado por no hacerlo, en particular porque en México, los autores estamos acostumbrados a no criticar las obras. Y cuando lo hacemos, criticamos a las personas. Me han criticado de muchas cosas. En Mérida hasta sacaron alguna vez mi rostro en la portada de un periódico amarillista diciendo Escritor pervierte jóvenes alumnos de su taller, y luego dan la voz a una mujer que dice: Mantiene secuestrada y drogada a mi hija y no me deja verla. Cuando leí dicha portada, que compañeros escritores me hicieron llegar, le llamé a la chica que hacían mención, para pedirle una explicación de eso. Me dijo que su madre estaba loca, que la demandaría, y lo hizo. El ministerio las citó y acordó que la señora no se acercara más a su hija, mayor de edad. La joven ni siquiera vivía conmigo, sino que trabajaba como instructora comunitaria y toda la semana vivía en su comunidad rural, donde daba clase. Pero los periódicos son así, no confrontan versiones, no hablan con las partes, no generan crítica, no investigan, reproducen boletines, aplauden obras publicadas, premios, dicen y creen que un jurado de tres personas es suficiente para validar una obra literaria. Errores de esa naturaleza que ha construido el mito de muchos escritores. Muchos escritores ganadores de premios, quedarán en el olvido, y muchos autores que no ganan premios, y que luchan por una publicación dejarán escuela entre sus lectores y alumnos.
3. ¿Qué libro de los que has publicado has amado en crear y cual otro no tanto?
Todos mis libros han sido y son importantes cuando los voy creando. De alguna forma tienen una propia historia, y dan vueltas mucho tiempo en la cabeza, hasta que ocurren y pasan al papel. Mis primeros dos libros El ropero del suicida y Delirios de hombre ave, eran un solo libro. Hubo una convocatoria en la Editorial Dante, la cual gané, pero el jurado y los encargados del premio me dijeron que el libro era muy extenso, que lo dividiera, lo hice, y luego me dijeron que para darle cabida a otros autores me invitaban a elegir entre uno de ellos. Así que con ellos solo saqué El ropero del suicida. Este libro lo amé, aunque hoy piense que me he alejado de ese estilo, y sin embargo, me sigue gustando. Yo daba clase en una prepa, y tenía un taller con algunos alumnos. Una alumna era una gran lectora, pero le prohibían leer, porque sus padres eran de una religión demasiado controladora con ella, así que me regalaba sus libros. Un día me pidió que le diera algo mío para leer, y le entregué el Engargolado apenas de mi Ropero del suicida, completo, eso fue un viernes. El lunes me llamaron a la dirección de la escuela, para decirme que tendrían que despedirme, por haberle dado ese libro a la jovencita de 16 años, y sus padres lo habían encontrado, y por tanto yo era un pervertidor que entregaba obras “sucias” a jovencitas de 16, que aún “no piensan”, por lo que las lecturas que se les da son únicamente las que ha aprobado la SEP. Moría de risa, pero así ocurrió.
Xenankó, es un libro que me costó mucho, porque lo construí con una beca estatal. El proyecto original era Un Bestiario sobre fauna en alguna categoría de riesgo en Yucatán. Pero el jurado –que todo lo sabe siempre- dijo que mejor construyera una historia que entrelace a esa fauna, porque los bestiarios se habían hecho mucho, aunque en Yucatán no hubiera claro. Decidí hacer caso de lo que el jurado quiso, y luché durante 11 meses para terminar esas historias que me costaron mucho, el último mes escribí el Bestiario que me originalmente me había propuesto, y ese salió libre, hasta hoy me gusta, y los lectores lo siguen celebrando y compartiendo.
La confusión creciente de la alcantarilla fue rechazado por el Fondo Editorial Tierra Adentro, porque no reunía la calidad que ellos exigían. Bueno, en España lo aceptaron y ahí se publicó, dentro al editorial Efory Atocha, de Santiago Méndez, quien habiéndole gustado mi trabajo poético un día me escribió un correo diciéndome: Quiero regalarte la impresión de un título de tu trabajo poético, escoge cuál, y envíamelo. Lo mismo ha pasado con los libros de cuentos y novelas. Las oportunidades de publicar se han dado, y yo las he tomado. Todos los libros me han gustado, hoy puedo decir que En espera de la noche, es un libro tierno, y que me gusta mucho. Le he dedicado un fragmento del mismo a mi hija Diana Luz Echeverría, a quien no veo desde antes que cumpliera un año, hoy tiene ya 4 añitos; es un poemario testimonio de todo lo que pasaba entre su madre y yo, en ese tiempo, aquel amor tan fuerte y de tanta pasión, y toda la ilusión de tenerla con nosotros. Termina el poemario con la esperanza de verla alguna vez, o de que ella sea feliz en otra familia, con su madre, lejos de mi.
4. ¿Qué autores de la vieja escuela y que autores contemporáneos recomiendas?
¿De qué escuela estamos hablando? ¿La Escuela del Resentimiento que señala Harold Bloom? Yo soy un fiel lector de los autores clásicos. Creo que hay que abrevar en el pasado, para poder disfrutar en el presente. En estos momentos justo reviso la novela de una alumna, es sobre la Baja California, y el viaje entre la serranía que se convierte en un viaje interior. Con mi brebaje cultural puedo encontrar sentido en Jung, en Freud, en los mitos griegos, en aquella Caverna del profeta Elías; puedo encontrar aquel simbolismo que se narra en Las bodas alquímicas de Christian Rosacruz, y en La cábala, el Corán. Puedo leer Parad los relojes de Auden y escuchar las estrofas del llanto de Gilgamesh por Enkidu, y trazar un paralelismo. Para disfrutar a los contemporáneos, nada mejor que referenciar a los autores del canon.
5. ¿Si pudieras ser un personaje cual serias y como cambiarías – como escritor – tu vida en ese universo?
Soy mi propio personaje, aquel hombre ave que habita desde mis primeros poemas. Soy los muchos personajes que han pasado por mis ojos, y han dejado su baba en mi interior: de Harry Haller a Indiana Jones, de Julian Sorel a Juntacadáveres. Creo que como escritor debemos tener la responsabilidad de saber guardar silencio, para luego poder expresarnos respecto a todos los temas. Creo que el silencio es necesario, y tiene el poder de la reflexión. Creo que la libertad del pensamiento estriba en saber reconocer al otro.
6. Dentro de tu método particular para crear ¿Podrías compartirnos algunos secretos de creación en cuanto a generar una idea – o ideas – que sean clave en la formación del género, en el cual te desarrollas?
Todo lo que me rodea es una idea para la literatura. Cada persona, cada texto que leo. Puedo ir en el camión y escuchar a estas chicas preparatorianas decir que al cumplir los 18 años se van a tatuar todo el cuerpo, porque ya nadie les podrá decir nada. Y me pregunto si ese debe ser el sueño para alguien que pronto cumplirá los 18 años, eso puede generarme un chascarrillo, puede generarme este párrafo, y la idea puede clavarse más adentro y dar vueltas, entonces saldrá una columna de opinión, en una cuartilla, desde las visceras, si la idea continúa en mi, entonces lo rescato y lo paso al papel, y entonces veo si crece para convertirse en un ensayo. En ocasiones el tiempo, el transcurrir de la mañana, me impele a escribir un poema, y este ocurre en el facebook, apenas como un boceto, el cual puede pasar a una hoja luego y crecer y construirse en poema. Para el cuento, ocurre lo mismo, trabajo artesanal. La novela da vueltas en mi cabeza durante muchos meses, hasta años, luego encuentro un hueco en el tiempo, y entonces puedo escrbir escribir y escribir hasta por ocho horas diarias y tener la novela en cinco o seis días, bocetada, la cual se irá construyendo de manera cotidiana, conforma tenga tiempo. Trato de leer a diario, de escribir y comentar a diario, de generar siempre alguna nueva idea, rumiarla y escribir al respecto.
7. ¿Cómo escritor que situaciones son las que te mueven a crear? Hablando de lo que sucede en el mundo, o simplemente es la imaginación que se alimenta de otros universos?
La sociedad es lo que me mueve, sus equivocaciones y las mías. Si parto primero de que el pendejo soy yo, entonces trato de escuchar a los demás, y descubrir el cómo puedo equivocarme tanto, entonces investigo, descargo textos, leo, escucho, hasta que tengo una opinión de algo. Ese algo pasa siempre hacia mi obra. Como escritor recreamos el mundo que nos rodea, ficcionamos al respecto.
8. ¿Crees que las nuevas tecnologías de información y comunicación, ayuden en la tarea del escritor, a difundir, a tarea investigativa o bien a crear desde cualquier sitio?
Todo es bienvenido. El primer invento del hombre que cambió su vida, fue el lenguaje, pero el lenguaje no se creó aislado, no lo creo alguien para el solito, sino para compartirlo y poder… comunicarse. Luego descubrió como pasarlo a un ideograma, a un símbolo, calado en la piedra o en la madera, en el lodo. Conoció entonces materiales que pintaban y permanecían, la mancha entonces se volvió trazo. Luego descubrió otros medios para imprimir, pieles, telas, papeles. Y muchos años después llegó la imprenta. Era justo reconocer en los medios electrónicos ese nuevo paso hacia adelante, en defensa de los árboles incluso. El papel dejará su lugar a los medios electrónicos, la preocupación no es que ocurra, sino que las empresas busquen las formas de limitarnos las descargas, de querer cobrarnos para editar, para usar estos soportes, porque no permitirán que sea gratis, entonces volverán a establecer diferenciaciones que impliquen que una minoría lee y edita la verdadera literatura de la red, y la que es mala literatura. Porque el ser humano en su egoísmo y ambición, siempre querrá validarse, sobresalir por encima de los demás, y además… beneficiarse delos otros.
9. ¿En qué horario te es más sencillo escribir y porque?
Todo el día me la paso escribiendo. Solo no escribo cuando estoy en contacto con personas. Mientras esté solo, escribiré.
10. ¿Crees que tu literatura deba ser calificada por las personas o por los literatos? - ¿En dónde reside tu valor como escritor al difundir tu obra?
Creo que mi obra y la de todos los demás solo la validarás el tiempo, los lectores de otros tiempos y no de los nuestros. Vendrán lectores, y se enterarán de nosotros, de nuestra obra, y ellos la resguardarán y la pasarán de mano en mano, de boca en boca. No importan las clasificaciones y los oficios, los nombres como literatos, especialistas, son en verdad absurdos a la hora de escribir literatura. Dejad que el lector, quien sea se enfrente a tu obra.
11. ¿Te identificas en creación – estilo – con algún contemporáneo?
Tengo maestros, creo en algunas de sus propuestas. Dylan Thomas dijo que hay que leer muchos poemas, todos los poemas que caigan ante tus ojos, y de todas esas montañas de poemas, encontrarás dos o tres poemas (no poetas) a los que volverás una y otra vez. Creo en eso. Creo en el Manifiesto Poético de Abigael Bohórquez, Si no tiene el poema… no me sirve.
12. ¿Qué figura te movería más al escribir, el sexo, los dilemas del exterior (injusticia, causas sociales, temas TrendingTopic), algún tormento emocional, o una vivencia extrema?
Me mueve todo lo que tenga que ver con la sociedad y el ser humano, el abuso sobre el otro, la burla sobre el otro, sus tantas equivocaciones, su superioridad ante las especies. Me gusta reírme de mi y del ser humano.
13. ¿Cómo escritor, alguna vez probaste algún tipo de droga para tener una idea o socavar el bloqueo creativo?
Bebí alcohol desde los 15 años hasta los 39. Tuve suficiente de ello. Pero bebía para destramparme, jamás para escribir. Uno no puede escribir borracho, borracho prefiero coger o seguir chupando, no escribir.
14. ¿Cómo creador tienes conflictos en generar o llevar a cabo tu literatura, con algún texto en específico? ¿Podrías compartirnos un pequeño fragmento del mismo?
No creo tener problemas para escribir en ningún género, porque no pienso en ello. Solo escribo lo que necesito decir en ese momento. Lo primero que pienso siempre es en el poema, y luego me doy cuenta que no es poema, sino que es prosa, y que debo seguir por ahí.
15. ¿Cuántas cuartillas recomiendas escribir al día o a la semana?
Las necesarias. Cuando se habla desde las visceras (delatripa) se genera una cuartilla o cuartilla y media. Cada uno de nuestros post cuando queremos dar nuestra opinión (digo opinión no insulto, vendetta, o ganas de hacer rabiar al otro o de educarlo), siempre sacamos uno o dos párrafos. Junta los párrafos (post) que has hecho durante un día, seguro tendrás una cuartilla.
16. ¿Qué consejo personal puedes darle a los que se inician en el ámbito literario?
Que lean mucho, que lean todo el día, todo el tiempo. Que vean cine, que escuchen música, que charlen mucho, que liguen, que vivan siempre. Y en cada momento de soledad, escriban. Que jamás se queden callados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario