El creacionista del día. Aleqs Garrigóz
Quisiera enumerarte, indolente belleza,
las cosas que al mirarte me obligan a arrancarme los cabellos,
entregado a un numen brillante como el cuarzo.
Cuando te abres paso impaciente entre multitudes,
es la sustancia de tu aura tan plena
que los recién nacidos mueren
debido a tan inusual radiación.
Tus ojos son dos insensibles diamantes negros
cuya única mirada vuelve niño al bravo
y al débil obliga a suicidarse.
Es tu olor amigo del éter divino,
anticipándose como paraíso prometido;
y su influjo es tal que la estepa erosionada
se renueva en vastos rosales
y límpidas charcas que presumen al lirio.
Pero es, a mi insignificante parecer,
tu altivez absoluta y dominante
lo más devastadoramente hermoso de ti,
pues ya volvió esclava a la honrosa casta de guerreros
y el sacerdote te hizo al fin entrega
del alto santuario de las deidades antiguas.
C
jueves, 20 de noviembre de 2014
martes, 18 de noviembre de 2014
Era brillante y cálida
El creacionista del día. Aikas
Brillante.
Su luz era brillante, mi corazón sentía el calor de su luz con solo estar a su lado. Era diferente a todas las personas que había conocido antes y a todas las que conocería después, sin lugar a dudas aunque viviera por diez mil años. ¿Una persona inusual? Quizás pero, definitivamente, algo prohibido en este mundo.
Cuando estábamos juntos creía que todo lo podía. Podía volar, podía alzar el vuelo a lugares jamás antes explorados por mi ser. Podía cruzar el continente corriendo; nadar todos los océanos del mundo. La suave fuerza con la que me apretaba la mano me hacía creer en un sinfín de posibilidades, como si la palabra imposible fuera una simple ilusión.
Cálida.
Su cálida luz me cegaba todo lo que hubiese alrededor y realmente no me importaba, no tenía ojos para nadie más; no tenía olfato para oler otros aromas; no tenía gusto para embriagarme en otras personas.
Y es por eso que los corazones caen rendidos fácilmente ante aquella luz que irradian, queriendo hacer lo mismo, añorando poder aportar esa cálida luz al mundo.
Brillante como el sol y yo, con tantas ilusiones; cual Ícaro queriendo alcanzar el sol.
Si, era brillante y cálida.
Su luz era brillante, mi corazón sentía el calor de su luz con solo estar a su lado. Era diferente a todas las personas que había conocido antes y a todas las que conocería después, sin lugar a dudas aunque viviera por diez mil años. ¿Una persona inusual? Quizás pero, definitivamente, algo prohibido en este mundo.
Cuando estábamos juntos creía que todo lo podía. Podía volar, podía alzar el vuelo a lugares jamás antes explorados por mi ser. Podía cruzar el continente corriendo; nadar todos los océanos del mundo. La suave fuerza con la que me apretaba la mano me hacía creer en un sinfín de posibilidades, como si la palabra imposible fuera una simple ilusión.
Cálida.
Su cálida luz me cegaba todo lo que hubiese alrededor y realmente no me importaba, no tenía ojos para nadie más; no tenía olfato para oler otros aromas; no tenía gusto para embriagarme en otras personas.
Y es por eso que los corazones caen rendidos fácilmente ante aquella luz que irradian, queriendo hacer lo mismo, añorando poder aportar esa cálida luz al mundo.
Brillante como el sol y yo, con tantas ilusiones; cual Ícaro queriendo alcanzar el sol.
Si, era brillante y cálida.
jueves, 13 de noviembre de 2014
SUNRISE
El creacionista del día. Agatha Cervantes
El acuoso reflejo golpea mis oídos,
la dorada volatilidad del espacio se cierne en las estrellas de mis pupilas,
los momentos son reducidos a segundos,
el cerebro es traspasado por las balas de mi imaginación,
ya no hay duda,
solo vacío,
me vacío, vuelo, caigo, sostengo aún, los quebrantados ánimos.
El amanecer es el final, mi final,
la oscuridad quedo detrás del despegue de miradas.
Ahora nada importa,
la brisa disfrazada de paz, retornara, resistirá,
con el único propósito de que tal vez yo no exista,
solo existo cuando la luz me envuelve.
El tiempo se acabo bajo las pieles rayadas del sol.
El acuoso reflejo golpea mis oídos,
la dorada volatilidad del espacio se cierne en las estrellas de mis pupilas,
los momentos son reducidos a segundos,
el cerebro es traspasado por las balas de mi imaginación,
ya no hay duda,
solo vacío,
me vacío, vuelo, caigo, sostengo aún, los quebrantados ánimos.
El amanecer es el final, mi final,
la oscuridad quedo detrás del despegue de miradas.
Ahora nada importa,
la brisa disfrazada de paz, retornara, resistirá,
con el único propósito de que tal vez yo no exista,
solo existo cuando la luz me envuelve.
El tiempo se acabo bajo las pieles rayadas del sol.
lunes, 10 de noviembre de 2014
NOVEMBER WEIRD
Si aspiras a encontrarte a ti mismo, no te mires al espejo, porque allí encontrarás solamente una sombra, un extraño...
Sigmund Freud
Las más estrafalarias emociones cruzan el umbral de la creación este mes de Noviembre; es por eso que invitamos a todos los Creacionistas a que en el género que más les apetezca nos cuenten que es lo que significa para ustedes lo raro, lo peculiar, lo único, aquello que a veces las personas no pueden comprender por ser algo que va más allá de lo sorprendente.
Esperamos sus colaboraciones al correo de siempre: elcreacionista_ @hotmail.com. Siempre gustosos de leerlos en este espacio en el que ustedes son protagonistas.
Grazie mile
El Creacionista ^_^
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