Soledad bastarda
hija de de un solitario
nacida de lagrimas y asalto,
de un juego de llamaradas fatuas de amor
apesar de saber de tu origen, no intentas cambiar,
a la mas mínima caricia de alegría,
porque en sus ojos negros llevas la penumbra;
que azarosamente me cubría cada noche, entre tragos y tabaco,
pupilas, que como sudario
muestran parte de esta clausura de alma,
que no retornara,
hasta que los tiempos de mi amor cambien en la marea del desatino.
hija de de un solitario
nacida de lagrimas y asalto,
de un juego de llamaradas fatuas de amor
apesar de saber de tu origen, no intentas cambiar,
a la mas mínima caricia de alegría,
porque en sus ojos negros llevas la penumbra;
que azarosamente me cubría cada noche, entre tragos y tabaco,
pupilas, que como sudario
muestran parte de esta clausura de alma,
que no retornara,
hasta que los tiempos de mi amor cambien en la marea del desatino.
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