C

C

miércoles, 16 de diciembre de 2015

VIOLENTA NAVIDAD

El creacionista del día. Agatha Cervantes.









Nieva, negra nieve,

nieve negra anti cosmética de mis aflicciones.



Dos campanadas sin sal

y sirvo al plato mental,

un poco de whisky, en burbujeante aburrimiento,

conversaciones marinadas en estupidez,

sopa de letras desgastadas,

pudin de cantaleta etílica por parte de los invitados.



Salgo, resoplo desesperación en la oscuridad.



Enciendo un cigarrillo para alumbrar mi poca esperanza en la humanidad,

el frío me habla,

tiemblo, quiero regresar

pero la congelante compañía, irónicamente tiene más sentido,

que las plásticas personas, que ebullicionan ridículas en el interior.



No lo soporto.



Vierto sobre la botella de vino, el aliento de Hades.





Mueren de a poco

de a poco hacen lo que la champagne cuando se agita demasiado.

Se extingue la sed, los sentidos fluyen,

sobre la lengua de la muerte.



¿Gotitas de felicidad? Ni madres, las mías,

lloro de felicidad.



Ya es Navidad para mí,

amaneció,

Apolo besa las copas vacías,

haciéndome recordar con su fulgor,

que dulce sueño de anoche, la realidad no lo tocó.



Cierro los ojos, espero pálida a pensamiento sombrío,

entre la resaca y el aroma vacío de mis anhelos,

a planear para el siguiente año,

con más exactitud,

la más violenta Navidad de todas,



Muerte en racimos violetas, con sabor a cacao,

irresistibles para la idiotez.


Quizá deba envolverla en papel de sonrisas ... tan solo quizá







1 comentario:

  1. ¡Wow, qué delirante agasajo, qué espeluznante felicidad!
    Muchas felicidades, está fabuloso.

    ResponderEliminar