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miércoles, 31 de diciembre de 2014

SANGRE DE NOCHEBUENA

El creacionista del día. Nicholas Gutiérrez Pulido






El agente Treznor corrió tras el asesino que salía de la casa para aventurarse en la nieve. Una vez afuera apuntó su arma, gritando - ¡Alto! ¡FBI! -  al sospechoso, quien, al escuchar la orden, se volvió con el cuchillo en la mano derecha a fin de atacarlo. Un eco llenó las calles del vecindario. La nieve se llenó de escarlata y la gélida atmósfera registraba una última exhalación. Entonces Treznor avanzó al cuerpo de barba blanca y traje rojo que yacía en el suelo. Sus compañeros lo rodearon al mismo tiempo que enfundaban las armas. La agente O´Bannon pidió una ambulancia, aunque todos sabían que ya era inútil. Podían descansar tranquilos, un difícil caso había sido resuelto. El asesino de Nochebuena, que había cobrado quince vidas, fue finalmente detenido. Tuvieron que pasar tres años de pesquisas, para que los miembros de la Unidad de Análisis Conductual del FBI dieran con el criminal. Era un caso más de asesino en serie que se cerraba. Esta vez vestido de Santa Claus. Mientras Treznor contemplaba su rostro reflejado en la escarcha de una ventana, un rumor de cascabeles lleno el ambiente. Los agentes miraron al cielo. Y un trineo, sin conductor, cruzaba el cielo jalado por siete renos bajo la luna. 



martes, 23 de diciembre de 2014

LA PÍLDORA



El creacionista del día.
Gerardo González Vázquez (Aikas)







 

 - Mi alma quiere volar – dice el hombre recostado en el sofá.

- Explíquese –le ordena el hombre de la silla.

- Siento como si alma quisiera salir de este cuerpo y volar  - tras una pausa en la que su mirada se pierde en dirección hacia la ventana del cuarto, prosigue - como si pudiera brincar por la ventana de este cuerpo y mi cuerpo cayera al vacío mientras que mi alma se elevaría hacia el cielo infinito, pero…

- ¿Pero?

- Pero entonces comienzan a lanzarse cadenas para atraparme – el hombre del sofá tensa el rostro pero respira profundamente, parece tener una cara de angustia – sí, cadenas en forma de signos de dólar intentan aprisionarme; después aparecen cadenas en forma de gritos y palabras, los llantos de los niños, los quejidos de mi mujer – la voz del hombre le interrumpe.

- Pero usted no está casado y si mal no recuerdo, - comenta el hombre con las gafas - no tiene ni novia.

- Es lo de menos -  le contesta el hombre – es lo que siento que pasa, siento que todas esas cosas se transforman en cadenas interminables que buscan aprisionarme. Tras una breve pausa prosigue – las cadenas cruzan el cielo como si de disparos anti-aéreos se tratasen y cuando me percato de ello, me doy cuenta que es de noche y que tratan de encontrarme en el cielo con esos grandes reflectores que usaban en la segunda guerra mundial.

Un breve silencio insta al hombre del sofá a proseguir con el relato.

- Entonces comienzan a sujetarme y amarrarme, mis alas son destrozadas y caigo en picada jalado por las fuertes cadenas mientras todas las voces resuenan a mi alrededor- tras respirar profundamente, finaliza el relato  –Y es ahí cuando despierto.

Un silencio en la sala obliga en esta ocasión, al hombre de gafas sentado en la silla a hablar.

- La verdad es que usted sufre un caso severo del síndrome del aventurero.

- ¿Perdón? – contesta extrañado el hombre del sofá.

- Usted no debió de haber nacido en esta época, tiene un alma libre y busca encontrar nuevos horizontes, sin ataduras más que aquellas a sus propias alas que le guiarán por su camino.

- ¿Y qué debo hacer? –contestó contrariado el hombre.

- Fácil, tome una de estas cápsulas y estará listo. El hombre de gafas sacó un frasco del cajón de su escritorio en cuya etiqueta se leía el siguiente mensaje, peligro: incluye libertad. Se levantó entonces y caminó hacia la pequeña mesa que estaba frente al sofá, tomó la jarra de cristal y sirvió agua en un vaso y le entregó el frasco al hombre.

El hombre entonces leyó en voz alta el frasco:

- Peligro, los viajes en el tiempo son peligrosos y no existe vuelta atrás… o adelante - miró extrañado al hombre - ¿Y entonces?

- ¿Y entonces? – le replico el hombre mientras se limitaba a hacer un movimiento con sus cejas para acomodarse los lentes.

El hombre recostado en el sofá se sentó derechamente y abrió el frasco, las píldoras tenían diferentes formas y colores, miró buscando respuesta alguna en el hombre que tenía enfrente pero no encontró nada. Siguió mirando el frasco y encontró una que asemejaba a un pedazo de madera flotante, la colocó en su lengua y tomó el vaso de agua.

Tiempo después el cuerpo inmóvil del hombre yacía sobre el sofá; el hombre de las gafas acomodó las cosas de su oficina y después de lavar el vaso y guardar las píldoras abrió su ventanal. Cargó con el cuerpo del sujeto y lo lanzó por la ventana.

Mientras el alma se desprendía y volaba a conseguir sus sueños, su cuerpo cayó sobre las personas que caminaban ciegamente por la acera y sin tiempo suficiente para que se percataran del hecho, las grandes cadenas comenzaron a devorarlo.


miércoles, 17 de diciembre de 2014

AROMA PARA LA IMAGINACIÓN




El creacionista del día. Gerardo González - Aikas




 


Aquel olor que atravesó mi nariz y perfumo todo mi ser me tenía embelesado. No podía dejar de pensar en aquél dulce olor desde que había subido al camión, me acerqué lo más posible y traté de ahogarme en él. Dejé que todas mis penas y mis molestias, que todas mis inconsistencias y mis fracasos se zambulleran en el mar de su tan icónico perfume.
¿Sería acaso algún perfume en especial o acaso la combinación de varias fragancias?
La verdad es que no lo sé, lo único que sé es que el olor que aquella joven desprendía era algo que me hacía olvidar todos mis compromisos, tristezas y amores.


Me acercaría y le miraría con detenimiento. Ojos castaño claros, piel clara como leche y rizos castaños. Una tímida nariz y unos finos labios; cuerpo delgado pero sin perder la silueta femenina. Vestía de pantalón ajustado negro y saco color marfil.
En un frenado de aquellos que el transporte público suele hacer, chocaría su cuerpo contra el mío. De lado. Sentiría sus caderas y sus piernas; su cabello acariciaría mi rostro y su olor inundaría aún más mis pulmones. Seguramente comenzaría a transpirar ya su olor, de tan impregnado que en mi cuerpo estaría.


Me miraría.
 

Le miraría.
 

Me sonreiría y posiblemente soltaría una pequeña risita. Yo me sonrojaría y me reiría; en acto reflejo rascaría mi cabeza, una expresión que hago siempre que estoy nervioso, y entonces al arrancar el camión tendría que sujetarme fuertemente con mi otra mano. Esto nos tomaría por sorpresa y se acercarían más aún nuestros cuerpos. Respiraría su aliento y ella respiraría el mío. Sin más ni menos, nuestros labios se acercarían y comenzarían a acariciarse tenuemente. Un suave toque, un pequeño roce y después un beso. Con timidez, tal cual se tratase de nuestro primer beso, nuestras lenguas se entrelazarían delicadamente, conociéndose, explorándose.
 

Le tomaría por la cintura. Olvidaría lo que tengo y lo que no, los compromisos, la hora, el trabajo, la situación alrededor. Bajaríamos en la siguiente esquina y tomaríamos un taxi que nos llevara a un destino de cinco letras. Los besos tímidos se volverían apasionados. El apenas roce de nuestros cuerpos, sería un salvaje encuentro donde lucharíamos por ir apartando nuestras barreras físicas; la ropa quedaría en el suelo pero tomando un respiro unos segundos, colocaría su saco sobre la silla. Después ella comenzaría a perfumar mi sexo; yo degustaría el suyo. Entraríamos en nuestros cuerpos y comenzaríamos la danza de los amantes, sin parar, sin dejar de experimentar; sin dejar de liberar nuestras más profundas fantasías.
 

Acostados sobre la cama con sus delicados rizos sobre mi pecho, ella se inventaría un nombre. Yo no le pediría su teléfono. Ella me diría que jamás me olvidaría, yo jamás lo haría. Nos daríamos una ducha y en la regadera, bajo el marcado ruido del agua, volveríamos a entregarnos. Antes de irnos, le recostaría en la cama y la olería toda. Impregnaría mi ser completamente de ella. Sí. Así sería.
 

Me acercó a su lado y respiro profundamente, ahogado en su delicioso aroma; aroma que borra todos los olores del tráfico, del trabajo y de los problemas de casa.
Sí. Así sería. 



 

jueves, 11 de diciembre de 2014

DICIEMBRE

El creacionista del día.



Aleqs Garrigóz






 Las hojuelas de nieve, juntadas por su propio frío,
han formado grandes jorobas, dunas
que tapiaron cada puerta para salir a ver la hermosura
que el aire desenvuelve como a un regalo.
Leeremos junto a la chimenea, beberemos
exóticos tés guardados especialmente para Navidad.

Y las manos se calientan con mitones
y en cada ventana se han colocado papeles de color.
El abuelo levanta, como anunciando a un príncipe,
al pequeño niño arropado en felpa.

¿Qué buenas noticias traerán las cartas,
los periódicos cuando llegue Primavera?

Por la inclemente montaña se desliza ya,
arrastrando postes de luz, cercos, mujeres, tractores,
la estruendosa avalancha. ¡Oraremos!
Oraremos por la gracia de Dios para salvarnos.

Haciendo una ronda con las manos enlazadas,
los ojos de la familia aún entera, cerrados por la fe,
van coagulando una extrañeza más frágil que las lágrimas.


 

lunes, 8 de diciembre de 2014

ALEBRIJES PERSONALES E IMAGINACIÓN












"La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia".

  Aristóteles



Este mes de Diciembre en donde resuena el resplandor de paz que acompaña la Navidad, la cromática sensación que se cierne dentro de la imaginación, la misma también ilumina la hoja en blanco de la narrativa, poesía y demás artes. 

Es por eso que este mes se les invita a crear de su diversidad onírica, una creación la cual quieran compartir con nuestro  contemplativo publico lector.


Esperamos sus colaboraciones al correo de siempre: elcreacionista_ @hotmail.com. Siempre gustosos de leerlos en este espacio en el que ustedes son protagonistas.

Grazie mile 

El Creacionista ^_^  



jueves, 20 de noviembre de 2014

LAS COSAS QUE AMO DE TI

El creacionista del día. Aleqs Garrigóz

 





Quisiera enumerarte, indolente belleza,
las cosas que al mirarte me obligan a arrancarme los cabellos, 
entregado a un numen brillante como el cuarzo.

Cuando te abres paso impaciente entre multitudes,
es la sustancia de tu aura tan plena
que los recién nacidos mueren
debido a tan inusual radiación.

Tus ojos son dos insensibles diamantes negros
cuya única mirada vuelve niño al bravo
y al débil obliga a suicidarse.

Es tu olor amigo del éter divino,
anticipándose como paraíso prometido;
y su influjo es tal que la estepa erosionada
se renueva en vastos rosales
y límpidas charcas que presumen al lirio.

Pero es, a mi insignificante parecer,
tu altivez absoluta y dominante
lo más devastadoramente hermoso de ti,

pues ya volvió esclava a la honrosa casta de guerreros
y el sacerdote te hizo al fin entrega
del alto santuario de las deidades antiguas.




martes, 18 de noviembre de 2014

Era brillante y cálida

El creacionista del día. Aikas 





Brillante.

Su luz era brillante, mi corazón sentía el calor de su luz con solo estar a su lado. Era diferente a todas las personas que había conocido antes y a todas las que conocería después, sin lugar a dudas aunque viviera por diez mil años. ¿Una persona inusual? Quizás pero, definitivamente, algo prohibido en este mundo.

Cuando estábamos juntos creía que todo lo podía. Podía volar, podía alzar el vuelo a lugares jamás antes explorados por mi ser. Podía cruzar el continente corriendo; nadar todos los océanos del mundo. La suave fuerza con la que me apretaba la mano me hacía creer en un sinfín de posibilidades, como si la palabra imposible fuera una simple ilusión.

Cálida.

Su cálida luz me cegaba todo lo que hubiese alrededor y realmente no me importaba, no tenía ojos para nadie más; no tenía olfato para oler otros aromas; no tenía gusto para embriagarme en otras personas.

Y es por eso que los corazones caen rendidos fácilmente ante aquella luz que irradian, queriendo hacer lo mismo, añorando poder aportar esa cálida luz al mundo.

Brillante como el sol y yo, con tantas ilusiones; cual Ícaro queriendo alcanzar el sol.

Si, era brillante y cálida.



jueves, 13 de noviembre de 2014

SUNRISE

El creacionista del día. Agatha Cervantes






El  acuoso reflejo golpea  mis oídos,
la dorada volatilidad del espacio se cierne en las estrellas de mis pupilas,
los momentos son reducidos a segundos, 
el cerebro es traspasado por las balas de mi imaginación, 
ya no hay duda, 
solo vacío, 
me vacío, vuelo, caigo, sostengo aún,  los quebrantados ánimos.

El amanecer es el final, mi final, 
la oscuridad quedo detrás del despegue de miradas.

Ahora nada importa, 
la brisa disfrazada de paz, retornara, resistirá, 
con el único propósito de que tal vez yo no exista, 
solo existo cuando la luz me envuelve. 
El tiempo se acabo bajo las pieles rayadas del sol.



lunes, 10 de noviembre de 2014

 NOVEMBER WEIRD






Si aspiras a encontrarte a ti mismo, no te mires al espejo, porque allí encontrarás solamente una sombra, un extraño...
Sigmund Freud





Las s estrafalarias emociones cruzan el umbral de la creación este mes de Noviembre; es por eso que invitamos a todos los Creacionistas a que en el género que más les apetezca nos cuenten que es lo que significa para ustedes lo raro, lo peculiar, lo único, aquello que a veces las personas no pueden comprender por ser algo que va más allá de lo sorprendente. 

Esperamos sus colaboraciones al correo de siempre: elcreacionista_ @hotmail.com. Siempre gustosos de leerlos en este espacio en el que ustedes son protagonistas.

Grazie mile 

El Creacionista ^_^  



viernes, 31 de octubre de 2014

SUEÑOS DE MUERTE

El creacionista del día. Gerardo González- Aikas






Siempre había estado rodeada de accidentes y fatalidades, y a pesar de que ella los veía con claridad nunca nadie le creyó. Y aquello le destrozaba el alma.


Un don, le había dicho una vieja gitana que había encontrado en un circo a su escasa edad de 8 años. ―Tienes un don, pequeña ―le dijo la anciana― úsalo con sabiduría y mesura. 


Pero para Amanda aquello no era más que una maldición. Había visto morir a sus padres en un sueño, una cálida noche de verano, durante sus vacaciones en la playa cuando apenas tenía 10 años. Estaban dentro de un barco pero no se veía a ella con ellos, ellos estaban pescando y de pronto su padre caía por la borda, quebrándose la pierna al golpear con el bote. La sangre comenzaba a emanar debajo del barco y sus gritos el aire brumoso alrededor del barco. Su madre quien se percataba tras varios segundos de la situación de su esposo, brincaba al mar para tratar de ayudarle y poder subir al bote pero, cuando brincaba, unas enormes mandíbulas le prensaban la mitad de su cuerpo, desbaratándole y dejando solamente un par de piernas sueltas flotando en aquél mar de sangre. De aquella impresión su padre se quedaba quieto, en silencio, sin poder siquiera cerrar los ojos ante las mandíbulas que ahora se cernían ahora sobre él. De un bocado desaparecía el cuerpo del padre, la sangre se iba diluyendo en el mar y el barco se mecía solo, sin pasajero alguno hasta que llegaba una tormenta y hundía le barco.


Despertó Amanda bañada en sudor y gritando con todas sus fuerzas.

Pero ni a pesar de lo vívido que se veía el sueño, de las palabras de ruego para con sus padres, ellos le ignoraron al subir al mismo bote de sus sueños al día siguiente. Lo único que había conseguido es que se quedara ella en el hotel. Sabedora del destino que les aguardaba, lloró en silencio desde antes que le llegara la noticia oficial por parte de la policía.

A sus catorce años, en plena secundaria se había enamorado de un chico. Tímido, de lentes, inteligente pero nada sociable. Los compañeros le hacían burla por su estatura, era el más pequeño de la clase.


Ella se había encariñado con él, le esperaba al salir de la dirección para consolarle. Él también se enamoró de ella y a la edad de 14 años, recibió su primer beso. Se veían varias semanas después de la escuela, en una de las viejas estaciones de tren, abandonadas hacía ya mucho tiempo. Una tarde, él le pidió poder tocar uno de sus pechos; Amanda se había desarrollado antes que la mayoría de las chicas de su salón, ella, apenada pero bastante enamorada se dejó tocar por debajo de la blusa.


―Cálida, eres cálida― le dijo aquel niño. Luego le besó.


Aquella noche soñó como otra criatura devoraba lentamente, parte por parte, al chico del que estaba enamorado.

Saliendo de clases, al día siguiente, le pidió que no se vieran ese día y salió corriendo de la escuela. Él le siguió, preguntándole lo que le pasaba, corrieron y corrieron por las calles, ella trataba de evadirlo, gritándole que regresara a su casa y que mañana se verían.


Al día siguiente encontraron el cuerpo destazado del muchacho en un callejón, parecía que le habían arrancado los brazos y la cabeza a mordidas, su cuerpo se encontraba destrozado y todo el callejón estaba repleto de sangre.

Toda la noche siguiente lloró. Cuando cumplió los dieciséis, una chica se había enamorado de ella en su segundo año de preparatoria. Amanda no sentía nada pero quiso experimentar los besos de una mujer, creyendo así poder olvidar a aquél niño del que seguía enamorada. La noche en que se besaron, soñó con ella y a la noche siguiente, un cuerpo devorado apareció debajo de un puente.


Amanda conoció el sexo a sus diecinueve años, cuando salió con un chico del que se había enamorado. Lentes, inteligente y tímido; le recordó a su primer amor, como si fuera el niño que jamás creció y que jamás llegó a ser un universitario. Bebieron de sus cuerpos y conoció placeres hasta entonces desconocidos por sus sentidos. Sintió que se enamoraba otra vez y no durmió por dos días enteros, tratando de evitar que se repitiera la historia.


A la tercera noche cayó fulminada por el cansancio y soñó.


El sueño fue más vívido y despertó bañada en sudor con un sabor extraño en la boca. Se levantó con rapidez, a pesar de que su cabeza le zumbaba, y se dirigió al baño. Abrió las llaves del lavadero para que saliera el agua, abrió los ojos mientras bajaba la cabeza para poderse mojar cuando notó que unas gotas de sangre aparecieron en el lavabo; tomó con fuerza las llaves del lavabo y les cerró lentamente. Cerró los ojos e irguió la cabeza, respiró difícilmente y abrió los ojos para ver su reflejo en el espejo.


―Sangre…―se dijo mientras pasaba sus dedos por sus labios.


miércoles, 29 de octubre de 2014

ESOS DÍAS DE NOVIEMBRE

El creacionista del día.   David Mariano Cerón Cerecer





La primera vez que vi a mi abuelito fue cuando tenia 5 años, era de noche y el estaba frente a la ofrenda que ponen mis padres para día de muertos, yo no sabía quien era entonces y se lo pregunté, me respondió que era el padre de mi padre, mi abuelo; quise saber que hacia tan tarde despierto y me dijo que él ya no duerme más, le contesté que eso era extraño porque yo podía dormir toda la noche aún con el ruido que hacia mi tanque de oxígeno, él sonrió tiernamente y puso su mano en mi cabeza para despeinarme un poco, parecía una persona agradable; me contó un poco sobre él y sobre como era la vida años antes, de como también fue niño y salía a jugar a la calle con sus hermanitos, de las travesuras que hizo en la escuela a sus maestros, de como conoció a mi abuela y como le llevaba serenata para enamorarla, de mi padre cuando nació, él también fue un niño muy travieso me dijo, y que una vez se encerró casi todo un día en su cuarto sin comer porque no quería que lo inyectaran, también me contó de como se alegró al verlo de la mano de mi madre y ver en ellos esa chispa que vio en los ojos de la abuela por tantos años, eso era amor.

Platicamos por largo rato y me pidió de favor que no le dijera a nadie que nos había visitado y así el podría venir todos los años a verme, le pregunte donde vivía y solo me dijo que en un lugar cálido y confortable.

Me contó varias historias más hasta que me quede dormido a sus pies que sentí algo fríos.

Ya pasaron 6 años de eso y mi abuelo siempre me visitaba en esos días de noviembre, aunque creí que ahora no lo vería porque en el hospital escuché al doctor decirle a mis padres que no podría estar en casa a tiempo, lo extraño, extraño sus historias, su gentileza, su cariño y su serenidad.



Hoy ya no estoy en el hospital y platico con mi abuelo frente a la ofrenda, me gusta mucho estar con él y oír sus historias pero no me gusta ver a mis padres tristes, yo estoy bien y era cierto lo que dijo mi abuelo, ese lugar es cálido y confortable.



jueves, 23 de octubre de 2014

La Bruja de las Pupilas Frías

El creacionista del día. Agatha Cervantes 








Gretta  era una estudiante de secundaria con pocas expectativas de ser alguien de sociedad, por su capacidad de ver mas allá de lo que la gente ordinaria quería ver, era normalmente rechazada.

Su complexión delgada no le ayudaba mucho, al igual que su tono de piel casi blanco evanescente, solo le hacia destacar su larga melena rojiza, esa brillante lava ondulante de rizos que el viento despeinaba atraía las miradas de sus compañeros, pero nunca una que no fuera abatida por los comentarios que circulaban sobre ella: viene de una tierra extraña, dicen que mató a sus padres para tener vida eterna, es una friki no es nada original, antisocial, dicen que el corazón no le palpita por lo tímida que es, hasta en la mirada se le nota, es una torpe distraída, si evita a los otros es porque todo lo que dicen es verdad, tiene el cuerpo cubierto de escamas. 

Éste último comentario era reforzado porqué Gretta siempre estaba cubierta también en los días calurosos.



Gretta jamás había besado labios de su edad. Una tarde de noviembre, Óscar, el prefecto de la biblioteca pensó que seria buena idea borrar los rumores que se cernían alrededor de su predilecta; él era el único que hablaba con Gretta y compartían gustos y labores de materias, incluso alguna vez habían quedado para comer en la cafetería. En el instante en que 
Óscar y Gretta unieron sus inexpertos labios, una especie de ardor les subió al rostro, a  las manos y  al pecho como un torbellino. Así,  en un acto desesperado por finalizar el encuentro que fue interrumpido por sonidos en el pasillo, quedaron más tarde para continuar el romántico ritual en casa de Gretta.  

Óscar dudó al entrar, el recibidor tanto como la sala eran cálidos,  sin embargo un olor a ropa gastada se paseaba en el ambiente,  a lo cual Óscar no hizo caso alguno a su sensación de extrañeza , la calentura le nublaba la mente;  tanto a ella como a él pronto les estorbó la ropa y conforme intercambiaban besos húmedos y  rápidas caricias, las prendas caían hilvanando una atmósfera hirviente, no lo notaron,  sólo siguieron hasta que se descubrió lo que se ocultaba detrás de la blusa de aquella niña tímida y callada. Óscar gritó aterrorizado al observar que por la espalda de Gretta le recorrían incrustados sobre la piel una serie de ojos, todos y cada uno ellos centraron su helada mirada en él.


Dos horas más tarde se le veía a Gretta desnuda y feliz  frente al  espejo del tocador, peinaba el enmarañado cabello escarlata, en tanto entonaba una canción de un idioma desconocido; por su espalda al filo del torso,  figuraba un nuevo hermoso ojo azul violáceo, que le miraba con atención el pequeño seno izquierdo;  ella se dio cuenta y le susurró amorosamente:

- ¿Te gusto tanto? Ahora podrás mirar 
de mi cuerpo tu parte favorita. Te miraré siempre y tu siempre me mirarás.


El cuerpo sin vida de 
Óscar descansaba sobre la cama de la habitación y conforme el frió del próximo invierno entraba lo iba desvaneciendo soplo a soplo. Gretta, con una sonrisita en los labios se tragó de un bocado el ojo derecho para calentar su corazón.


martes, 14 de octubre de 2014

SELIT: “LA BRUJA BLANCA”

El creacionista del día.

Miguel Ángel Crespo Jiménez






La anciana Selit vivía a las afueras de la Villa recibiendo a hombres y mujeres que requerían sus servicios. Había muchos rumores sobre ella; Bruja para unos, maga, hechicera o curandera para otros, pero para la mayoría de sus vecinos era únicamente la solución a sus problemas. Entre sus clientes se encontraban los aquejados del mal de amores, los que buscaban un remedio para su fatiga, los que deseaban conocer su suerte, mujeres jóvenes embarazadas que deseaban abortar, madres solteras que buscaban ayuda para sus hijos… y en general, los más pobres del lugar, que buscaban una solución a sus problemas o enfermedades. Todos salían contentos tras ser atendidos por la anciana, ya que procuraba remedio real y consuelo para todos.

Un día aciago de Octubre, se denunciaría injustamente a Selit bajo el delito de brujería. El Tribunal de la Santa Inquisición sería el organismo que ejecutaría la pena. El fallo: Culpable de brujería. Todos los aldeanos se opusieron a la pena, pero no podían hacer nada frente al poder de la Iglesia. La Villa estaba triste. Selit fue apresada y llevada al calabozo del puesto de guardia para ser interrogada, aunque su destino ya estaba fijado. Al amanecer sería condenada a arder en la hoguera. Esa misma noche, su casa y todos sus recuerdos fueron consumidos por las llamas. De madrugada, una melodía resonó por toda la Villa: era la voz de Selit, que pese a los golpes del interrogador de la Inquisición, sonaba dulce y serena. Era la misma canción que cantaba a sus clientes mientras atendía sus males. De esa forma quería hacerles llegar que no se preocuparan.

El amanecer llegó, y en la plaza de la Villa ya estaba preparada la pira donde sería quemada la anciana. Algunos gritaban:” ¡Bruja! ¡Bruja! ¡Arderás en el infierno!”, otros pedían clemencia, y la mayoría simplemente callaban y rezaban en silencio por la suerte de su vecina y amiga. El Inquisidor emitió la sentencia en voz alta e hizo la señal a un guardia para que prendiera fuego a la hoguera. Algunos aldeanos lloraban, ella reía. Selit, atada al poste central comenzó a cantar. En unos segundos el fuego había envuelto el cuerpo de la condenada, y las llamas más altas parecían llegar al cielo. Selit no mostró ningún síntoma de dolor ni quejido alguno. Antes de ser consumida por las llamas su rostro era sereno y sonriente.

Muchos dicen que mientras la pira se convertía en una gran bola de fuego, un rayo de luz se proyectó en el cielo; otros que han visto a la anciana rondar por el bosque tiempo después. Pero la gran mayoría afirma que las noches de luna llena, una figura luminosa canta la canción de Selit, inundando la Villa de los dulces recuerdos que dejó en vida esta “Bruja blanca”.




martes, 7 de octubre de 2014

UN BOSQUE


El creacionista del día  Aleqs Garrigóz

                               





El bosque guarda celosamente su corazón húmedo
donde sapos, moluscos y otras alimañas paren y cohabitan. 
El bosque, allá enfrente, es esa tenebrosa extensión 
donde las hechiceras identifican las hierbas. Allí también 
tiene su lugar, el foso hondo y pútrido que es sepulcro de los pobres.
¡Con qué miedo estoy entrando contigo en sus fangos tétricos y vivos!


Cosas maravillosas acontecen dentro de su cuerpo delimitado por arañas:
el fuego se hace de la nada y reina La Natura en toda su tiniebla. 
Incluso las fogatas allí dentro son tan frías como su mirada.

También, se sabe, tiene, allí, su morada la lechuza sin sueño
que en su insomnio todo lo vigila: el negro y vaporoso cielo, los retorcidos
y secos arboles, y los charcos profundos donde las osamentas se asoman.

Las fogatas allí dentro son tan frías como su mirada.



Pero, cariño, negra dulzura, el miedo es ya en mí un estado permanente
y reside en mi cuerpo como una estaca en el pecho clavada. Pues, 
perra hermosa, bruja de mis amoríos… ¡No hay más terrible miedo 
que el que me produce la horrenda belleza de tu cara lavada!


jueves, 2 de octubre de 2014

OCTUBRE DE BRUJAS







Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae. 

Dracula  Bram Stoker


Octubre abre en raudo vuelo en compañía de brujas. 
Invitamos a todos nuestros creacionistas a crear en el arte que elijan, ya sea pintura, diseño,  literatura, etc. una composición de este tema que si bien adorna este mes, es bastante imaginativo para la mente de los creativos.  

¡Así que no pongan los pies en el suelo y denle rienda suelta a su creatividad e imaginación !

Aportaciones al correo de siempre: elcreacionista_@hotmail.com

Estaremos gustosos y sorprendidos recibiendo sus maravillosas creaciones.

Gracias.

El Creacionista ^_^  


jueves, 18 de septiembre de 2014

Lost Heaven

El creacionista del día. Alma Carbajal






Ese temblor le reconoció, la obligo a sentarse en la cama, luego de ingerirle a modo de poción las sensaciones de la espalda. Acuciado el cielo no espero, el infierno tampoco. Ania entre cerró los ojos para ver el reloj que le quedaba un poco lejos; las 4:30 de la mañana. Tocó sus parpados y la hinchazón del llanto había bajado, la sombras le empaparon de refrigerio los ojos y se sintió plena, pero casi de inmediato, él estaba ahí esperándola en el marco de la puerta, aquel que ella convoco hace ya tantas angustias atrás. 

La voz de aquel ser penetro en su cabeza, la sumergió en la marea de sus pensamientos y le habló claramente en un murmullo de inquietud:

- No, no lo hay. Pero te di la jadeante idea de que aún existe.

Ania se llevo la navaja que ocupaba para sus ataques de pánico y justo cuando quería retomar el silencio metiéndosela en la cabeza, tratando de acallar la mentira o la verdad, la recorrió el espasmo desde la médula hasta el pie izquierdo. Él,  aquello, le sonrió, agito el dedo índice en señal de reprobación, un no rotundo emergió de sus ojos. 

- Vengo contigo, voy a tu lado, el tiempo nunca ha sido  problema, lo has sido tú, tus nombres, tus felonías, tus innumerables ojos abstrayendo todos mis palpitares, en carne, cuanta carne me has hecho desperdiciar. 


Todavía no amanecía pero en la cortina se dejo ver una partitura tornasol de un color que Ania jamás vio, la mezcla iba haciéndose más intensa y,  cuando se acerco para ver el exterior, las nubes se habían disipado las fronteras aparecían sin cejas, la cara del mundo no tenia expresión solo una sonrisa roja sembraba el panorama y el ambiente de las sombras habían recortado su contorno de un blanco pálido. Ania sacudió las cortinas en un acto desesperado, esperaba sacar las tonalidades y que la noche regresara y esta volvió. Eso... Él, se dio la media vuelta para marcar su salida; Ania lo tomó del brazo, aquello se le escurrió de la mano y volvió a tomar la figura de una silueta oscura, de un hombre. Ella regresó a tientas a la cama, sabía que no dormiría ya, porque el temblor se incrusto tan violentamente que no lo sacaría en un par de horas,  miro como eso se alejaba del umbral de la puerta, mientras este se iba, dijo :

- Ya que la decepción te abruma, déjame decirte que dormirás esta noche, no tan bien como en tu recuerdo, pero sentirás que has dormido. ¿Yo? solo te he dicho la parte media, la verdad y la mentira no existen. Tú existes, por encima de tus pensamientos, estoy Yo. Ya que lo has perdido, que más te queda que sonreír a medias.

Él, se alejo susurrando una melodía. Ania reconoció la sinfonía fáustica. Piano, violín y una voz, retocaba la rima, que cambio a un silbido. Ella durmió, tal como esperaba, artificialmente. La vaga luz de una vela le desfiguraba el sueño. Las llamas negras son para quienes se quedan aquí, mirando el ir y venir de los días sin rostro.