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viernes, 16 de marzo de 2012

FELICIDAD

El creacionista del día. Marcela Patricia Vélez Díaz

¿Existe la felicidad?, preguntó Margarita a su amiga Rosa al salir de clases, mientras caminaban con sus pantalones vaqueros y su mochila al hombro. Les habían dejado escribir sobre este tema que parecía tan difícil de alcanzar. 

Rosa guardó silencio y Margarita insistió en que era una utopía. Le señaló los mendigos con su mano extendida, los rostros de tristeza o seriedad de los que pasaban a su lado, de la prisa que tantos llevan como muñecos veloces que vagan por las calles sin sentido, le habló del miedo a los asaltos, de los accidentes, las enfermedades, le mostró la gente que busca llamar la atención con su vestuario y apariencia como si fuera un carnaval de máscaras, comentó sobre las tiendas llenas de objetos que pocos pueden comprar, y de esa tarde tan gris que amenazaba tormenta.

Su amiga escuchaba sin responder y Margarita seguía quejándose de sus propios problemas, del calor, de sus carencias en casa, hasta que en un alto, volteó a ver a su amiga y le preguntó por qué no opinaba nada.

Rosa se limpió sus labios y con una gran sonrisa respondió: Tenía la boca llena de mi delicioso helado, para mí, esta es la felicidad: te besa, se puede lamer, te regala sabores y aromas, y te quita la sed. Por eso que me perdonen los tristes, los pobres y los amargados, pero en este momento quería disfrutarla plenamente antes de que se deshiciera en mi paladar y la perdiera a la vuelta de la esquina