C

C

lunes, 10 de octubre de 2011

Entremanos

El creacionista del día. Jorge Orendáin




No hay mano perfecta si en su andar no hay una piel donde dictar su geografía. 

















Estas manos son torpes en todo territorio

de tu piel morena.

Tan torpes, que en su paso siembran sólo caricias

que no suspenden trayectos;

tan imperfectas,

que sus dedos se internan en lo bellamente

clandestino de tu cuerpo,

en lo más condenado por el mundo,

en esa mina colmada de quimeras.


Estas manos son un ardid de caminos

que dirigen su ruta con la brújula

de tus suspiros. Tan torpes,

que no entienden de otras pieles ni entresijos;

tan lerdas, que olvidan lo durazno de tu piel,

que es el mismo paraíso donde dios anhelaría ser hombre

y soñar otros siete días e imaginar

una piel celeste como la tuya

que es vereda,

río de agua fresca,

nacimiento.