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jueves, 12 de diciembre de 2013

LA ESPERA DEL AMOR

El creacionista del día. Aleqs Garrigóz







Un adolescente desgarra un vestido de novia
en un recinto iluminado por enérgicos reflectores.
En su cara escurre el sanguíneo sudor del mártir,
su frente se inclina por el peso del más puro dolor.
Y un coro demencial repite y repite
y repite la misma canción:
“Llora, resígnate sumiso a las disposiciones,
como cabeza en el nudo de la horca,
como niño que cae en un pozo de aguas pestilentes sin saber nadar,
como hierba que arranca de raíz un poderoso viento,
quiébrate como un escuálido lápiz;
pero no alargues mas tu mano
a la mesa donde no has de comer.
Entrégate como rama a la ráfaga atroz de la tormenta;
cae de rodillas, que el dueño de la bufanda que has tejido
no vendrá jamás.”


(Es la transmisión del pensamiento
de una baja frecuencia de seres que se alimentan del miedo.)


Un adolescente se estrella contra un vidrio que no cede,
y patalea y eleva su cara implorando
y empieza su actuación estelar:
se arranca los cabellos, se golpea con puños tensos
y grita y grita entablando los diálogos de un guión extraño
donde no hay coherencia, sólo obscenas palabras de amor
gritadas a nadie, hasta desmayarse
y dar su mejilla al beso frío de la baldosa.


- Un adolescente desgarra un vestido de novia.-


Y el recinto
y los reflectores
y el espejo
no son sino la sala de estudios
de un cruel hospital psiquiátrico.