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sábado, 31 de diciembre de 2011

DE ESTE LADO / DEL OTRO LADO

El creacionista del día. Carmen Moreno Botello




DE ESTE LADO

Soy una musa

me deslizo entre el ruido de un vigoroso río

sobre la tierra respiro su aire

y entre notas de música eterna

aspiro el aroma de la aurora.


DEL OTRO LADO

Soy la estrella olvidada de las profundidades,

tiembla mi cuerpo ante la noche

me invade la oscuridad con sus horrores

en un abismo de mil rostros que me acosan.

jueves, 29 de diciembre de 2011

UNA DERROTA PERSONAL

El creacionista del día.  Gerardo Alonso 



En cierto modo el policía era su amigo. De un tiempo a la fecha, cuando la necesidad de contárselo a alguien se volvía insostenible, y el calor o la lluvia estaban por derrotar el ánimo, él siempre estaba ahí para escuchar, o simular que escuchaba, la misma incesante y consabida historia de los últimos días; pero esta vez el policía montó en la moto sin decirle adiós, dejándolo ahí, pensativo y solo.




La incertidumbre que sentía era un ave de mal agüero; ¿y a quién confiar lo que sabía, ahora que estaba solo, enfrentado al asombro?, Solo ante la sorpresa, que se ufanaba de sus miserias; algo se había hecho añicos dentro de él, todas sus certezas se le desmoronaron ante los pies. Su ánimo estaba distraído, tan ausente que ni siquiera notó haber dejado levantados los limpiadores de un auto negro cuando lavó el parabrisas. La franela colgaba del bolsillo, de alguno de los múltiples bolsillos de su pantalón gris con bolsas de parche.



Cuando se baja de la banqueta y rodea el auto negro, para llegar hasta la parte trasera, los limpiadores siguen fuera de sitio, nadie los ha regresado a su posición original. Parece no darse cuenta; su mente es un terreno árido y desolado, está en sequía, solo una idea germina como hiedra venenosa.




Se detiene ante otro auto, más pequeño, que recién abordan sus ocupantes, limpia el sudor de sus manos en la playera rojiblanca que lleva puesta, extrae una cartera de algún bolsillo, cuenta los escasos billetes y, de algún compartimento interno, saca un recorte de periódico, que desdobla con delicadeza. En los ojos hay lágrimas; inclina el ala de su gorra roja para ocultar el llanto. Un nudo en la garganta le impide hablar, pero la aclara al ver el coche pequeño avanzar: ¡Viene, viene! El conductor lo llama para entregarle unas monedas. El carro se aleja rodando lento por el asfalto.

No consigue contener un gemido al ver en el recorte completamente extendido una foto de cuerpo entero que reconoce de inmediato, y un encabezado en mayúsculas que pretende mofarse de su derrota personal: “CHICHARITO AL AMÉRICA”. 


sábado, 24 de diciembre de 2011

BRINDIS DE NAVIDAD

El creacionista del día.  MARCELA PATRICIA VÉLEZ ´DÍAZ.



Si esta noche llueve, no te asombres
llena tu fuente con polvo de estrellas
hoy los milagros vienen de lo alto
elige algún color para pintar tus sueños
hay un regalo especial bajo del árbol
es para ti desde que el mundo existe,




tal vez es un libro con mapas de tesoros
o quizás un violín donde las sombras danzan
será una libélula que encenderá tu risa,
un millón de suspiros explotando burbujas
o será que la luna besará tus pasos,




ábrelo despacio, sin preguntas
abre tus manos y sus diez listones
busca en el silencio donde sopla el viento
busca en el sombrero de tu propia magia
pregúntale a tu corazón
¿cuál es la dimensión de tu esperanza?




es otra Navidad, es otro Año
y Jesús sigue naciendo en cada hombre
eres tú, soy yo
somos todos
es el AMOR
regalo eterno que nos da la vida




mira como llueven los abrazos
la risa, los obsequios, la alegría
son de cristal las horas,
 copa viva para brindar sin tiempo
gotitas de luz para regar el alma




consérvalas para saciar tu sed
cuando sientas que todo esta perdido
´verás que una sola gota
esfumará el temor y la tristeza
¡La lluvia del AMOR es infinita!

EL CANIBAL DE PINGÜINOLANDIA Y NAVIDAD SIN LÍMITE DE TIEMPO




El creacionista del día.   Rafael Pérez De La Cruz 

A Pao



¡Esta es la historia de un caníbal de niños generosos! que odiaba todo lo que tenia que ver con compartir y ayudar. ¡Lo odiaba con todo su corazón!, es un decir porque en realidad no sabemos si tenía corazón. El caníbal rebasaba el tamaño de cualquier árbol de navidad, tenia unos dientes filosísimos -mejores que cualquier cuchillo que cortara un pavo mal cocido-, un estomago tan redondo que parecía se había tragado 100 esferas juntas sin masticarlas, sin contar que poseía una nariz muy parecida a un tejocote; la naturaleza no había sido generosa con él. Le parecía repugnante que esos bípedos de mugrosas manos, sorbedores de mocos y con voces más escandalosas que una parvada de cotorros –llamados niños- anduvieran de ridículos dando abrazos y besos a los demás. ¡Bola de hipócritas! gritaba el caníbal enfurecido mientras pensaba que si a la hora de comerse un dedito le arrancaría la uña o no. Por eso y muchas cosas más odiaba los chamacos.

Durante todo el año había esperado la época de “generosidad y paz” para aplicar su plan. La misión: ¡Comerse a todos los niños del mundo! ¿Cómo lo lograría? en primera empezaría por comerse a todos los niños de Puebla, bueno, de un centro comercial de Puebla. ¡Sí! Lo había pensado muy bien y les daría agua de su propio ponche.

- ¡Cacahuates apestosos! Preparemos la formula…

El hombre caníbal de niños generosos, que en realidad se llamaba Josejose –junto y sin acento- planeaba hacer el ponche más delicioso que nunca antes, nadie, hubiera probado. Escogería las mejores frutas e ingredientes, pero añadiría:

- La telenovela de las 10 de la noche, un libro de texto gratuito y como aderezo: ¡muchos cuentos cursis de navidad!

Le pondría todo lo que a un adulto y aún más a un niño pudiera dormirle…

- Todo lo revolvemos muy bien, dejamos que hierva y le añadimos una pisquita de la música de Cristian Castro y ¡Taran! ¡El ponche esta listo niños!… tóquenlo con sus asquerosos labios, para que cuando de mi ¡palmada letal! todos duerman; y en el suelo triture sus pequeñitos huesos y me limpie las sobras con sus sucias uñas.

El salvaje hombre. Iría al lugar donde todos vamos en Navidad… por supuesto el centro comercial. Montaría un pequeño puesto, se disfrazaría con una botarga de pingüino - bastante adorable y apapachable- y con voz de bobo diría:

-¡Feliz Navidad!, ¿quiere un ponche?

¿Quién se atrevería rechazar a un pingüino adorable y apapachable?

El día ansiado llego. Todo estaba listo. Se puso el altavoz en la panza de la botarga y dijo:

-¡Feliz Navidad!, ¿quiere un ponche?

Lo que el come-niños no había calculado es que esa noche era la cena de navidad y todos caminaban apresurados por las compras y los regalos. Enfurecido, por que nadie le hacia caso, grito por el altavoz:

-¡Prueben el ponche, hipócritas, que me los quiero comer…!

¡Se delato!... en realidad no, por que seguían sin prestarle atención. En los ojos de la gente se veían regalos y números. Pensó, reflexiono, hasta que recordó que no había pronunciado las palabras mágicas.

- Es gratis

Todos como una manada de renos se abalanzaron hacia el puesto de la botarga de pingüino. Toda la gente tenía en sus manos un vaso del delicioso ponche. Muchos empezaban a bostezar, poquito a poquito.

El Caníbal comenzaba a saborearse los niños que habían tocado con sus labios la bebida y cual series navideñas empezaban a abrir y cerrar los ojos.

- Ese estomago me lo comeré en un taco, la lengua estará bien en un pastel de cráneo… ¡Eso, sigan bebiendo!

Estaba listo para dar la palmada final, la palmada letal.

¡Plas!... retumbo por todo el lugar y uno a uno se fueron desplomando. ¡Saboreaba su victoria!

Pero un niño, menudito, como un palo de paleta y con unos ojos grandes como de foco no había caído. El caníbal dio otra palmada… ¡plas!... el niño no caía… ¡Plas!, ¡Plas!, ¡Plas!... aplauso tras aplauso y el niño ni siquiera bostezaba.

El niño ojos de foco no corrió, le pareció gracioso que un pingüino –adorable y apapachable- se acercara a él aplaudiendo como en algún baile, de un país, que había visto en la televisión. No le pareció raro que su madre se quedara dormida, ¡pues si se queda dormida cuando le estoy hablando, que le impediría quedarse dormida cuando estoy bebiendo! eso pensó.

El Sr. Caníbal llego a donde estaba el niño, que no se movía para nada, al contrario lo veía con unos ojos de asombro y ternura. Haber si cuando me quite este traje ridículo me miraras igual –pensó. Se quito la cabeza de su botarga. Ni la nariz de tejocote ni el aliento a Cacahuates apestosos, hizo que el niño se moviera. El Caníbal quería que mostrara miedo, que corriera despavorido por todo el centro comercial mientras gritaba ¡auxilio! Estaba decidido a conseguirlo. Así que aflojo los músculos de su cara, para preparar la más fea pose que nunca antes se hubiera visto y grito:

- ¡Soy el caníbal de niños y ahora mismo te voy a comer!

El niño no se movió. El caníbal volvió a repetir la frase con toda su maldad. Pero el niño sólo parpadeo y con una vocecita de violín contesto:

- Yo me llamo Josejose, junto y sin acento.

¡El colmo! El caníbal se enfureció hasta el dedo gordo. Choco sus dientes uno contra otro, doblo las rodillas y como un tigre hambriento se aventó sobre su presa. Cuando estaba en el aire -mas bien a 20 centímetros del suelo, por una grande razón. Recordó el nombre del niño:

- Josejose –junto y sin acento-

Sintió algo que nunca había sentido, algo en el pecho, que latía más o menos de una forma agradable. Sin embargo era demasiado tarde, no podía detener su grandioso vuelo estaba seguro que una vez que cayera encima del niño nada, absolutamente nada, lo detendría.

Cayó encima de Josejose. El salvaje no podía parar. Abrió su boca lo más grande que pudo, su aliento apestoso anunciaba el primer mordisco, cuando el niño rodeo con sus diminutos brazos el cuerpo de aquel caníbal y le dijo con su voz de violín:

- Feliz navidad.

El caníbal, sintió como si una manada de elefantes vibrara y en cualquier momento pudieran salirse de esa parte donde dicen está el corazón. Le gusto tanto la sensación que se puso a platicar con su tocayo. Cuando el niño le pregunto como se llamaba, se sintió sorprendido que se llamaran igual. Después le pregunto que por que se había lanzado así sobre él. El caníbal por supuesto que no le dijo la verdad, le respondió que en su país felicitaban de esa forma cuando era navidad.

- ¿Y donde vives señor Josejose?

El caníbal no sabía que contestar… hasta que, en el suelo, vio la cabeza de la botarga de pingüino y sin más respondió.

- En el polo sur, en un lugar que se llama Pingüinolandia.

Y así fue como los dos Josejose esperaron a que los demás despertaran para desearles feliz navidad y darles un abrazo generoso al estilo Pingüinolandia.

23 / Noviembre/ 10











NAVIDAD
SIN LIMITE DE TIEMPO 


Para Dani, por qué el Cajón siga creando:






Todo empezó el lunes a las 9 de la noche. ¡Lucharan a 2 de 3 caídas sin límite de tiempo!... lo escucho y tiro el refresco que estaba a punto de tomarse, mojando a la señora que parece ser amiga de las mamás de los luchadores ya que siempre les hace el favor de recordárselas. Al siguiente día se lo conto a Dumas, su mejor amigo.

Les pareció la idea más sensacional de su vida y es que tenían una bomba de tiempo que no sabían como explotar.

El papá de Chito, científico loco de profesión, había inventado la “Maquindad”. Una maquina del tiempo que servía para alargar la navidad. Y es que el papá de Chito estaba haciendo un estudio acerca de la tristeza, descubriendo que en navidad las personas se ponían mucho más tristes que en cualquier otra época del año, por lo cual la… ¡Bueno, eso no importa!

Había descubierto la maquina de su padre en el sótano de la casa. Las intenciones de los dos eran claras:

- ¡Tener el juguete de navidad deseado!

Por qué como ustedes sabrán en navidad, por extrañas razones, qué hasta los ovnis desconocen, nunca recibimos el regalo que en verdad queremos. No querían repetir esos dolorosos episodios. Programarían la Maquindad para que todos los días, sin limite de tiempo, se repitiera la navidad, todos los días, hasta recibir el juguete anhelado.

Todo estaba calculado. Le propusieron al primo de Dumas, un cuenta cuentos sin trabajo, que se vistiera de Santa Clos, pusiera su trineo afuera de la casa de Chito y que cobrara las fotos que los otros niños quisieran tomarse con él. Cincuenta cincuenta el trato.

El cuenta cuentos, ahora Santa Closs, se acaricio la barba y con su dedo pulgar hizo la señal de que se encontraba listo. Dumas y Chito respiraron profundamente, chocaron sus manos, como símbolo de suerte, pucharon el botón rojo que hacia funcionar la Maquindad. Botones de colores que se encendían y apagaban como estrellas y villancicos navideños eran el síntoma de que la Maquindad empezaba a funcionar. Los dos amigos escucharon los pasos apresurados que indicaban que el papá de Chito venia en camino. Cruzaron los dedos, si el papá de Chito llegaba antes de que la maquina funcionara seguramente ni la caña masticada del ponche les iban a regalar. La puerta del sótano se azoto. Se vieron cara a cara: Chito y su padre, Dumas y Chito, el Santa Clos y el científico… cuando el papá exhalaba palabras de regaño un jojojojojo del pecho del falso Santa Clos salió seguido del tilín, tilín de las campanas. Los ojos del padre de Chito, que parecían un incendio, se apagaron como si les hubieran echado un balde de agua fría, transformándose en la mirada que un papá pone cuando su hijo saca 10 en alguna materia. En un suspiro Chito tenía su regalo de navidad en las manos. Apenas lo vio, sonó el timbre de la casa. Eran los papás de Dumas que traían en sus manos el regalo de navidad de su hijo. ¡Increíble!, pensaron los dos niños. Hambrientos de juguetes desgarraron la envoltura, no importándoles las tarjetas de felicitaciones que sus papás les habían puesto.

¡Oh no!, ¡Decepción! no era ni el carro volador convertible que quería Dumas ni mucho menos el Caliban superhéroe de lo héroes que había pedido Chito. No importaba, mañana volvería a ser navidad.

Se tomaron la foto con el “Santa Clos” al cual ya le esperaba una inmensa fila de niños, entusiasmados, por retratarse con él.

Segunda navidad y… ¡Oh, decepción! pero que más da, mañana otra vez será navidad, volvieron a pensar. Pasaron 3 navidades, 4, 5, 6, 7, 8, 9… ¡estaban enloqueciendo!, el regalo no llegaba. Parecía que no lograrían su objetivo. Por sus mentes paso el comprarlo ellos mismos y cambiarlo por los que les darían sus padres. ¿Pero a quien le gusta saber que es lo que le regalaran en Navidad?, querían devorarlo con los ojos y escuchar como se rasgaba la envoltura por la emoción de descifrar el misterio. Amarlo o ponerlo en el rincón de los juguetes no deseados.

La navidad 10 llegó. El diez soñado en matemáticas, el 10 de la camisa del jugador de futbol favorito, el 10 de los dedos de las manos, el diez de la perfección, el diez, el diez, el diez. Decidieron rendirse si es que no tenían hoy, en el decimo intento, el juguete perfecto.

Y ahí estaban, una vez más, con el regalo en las manos, ya no querían destrozarlo hasta que el papel se volviera un simple recuerdo, no. Olieron el papel de envoltura, quitaron con cuidado el moño… y… allí… sí…¡el Carro convertible volador que siempre había querido Dumas! Turno de Chito, mismo procedimiento y… ¡Caliban superhéroe de los héroes!.... saltaron de felicidad, aullaron, chocaron las palmas. ¡Tenían sus juguetes deseados!

Los dos amigos estaban vueltos locos por que la navidad sin límite de tiempo había sido la mejor idea que pudieron haber tenido. Aunque ya tenían sus juguetes preferidos, decidieron dejar unos, pocos, días más la navidad porque ¿a qué niño no le gusta recibir regalos todos lo días?

Esos pocos días se convirtieron en 49. Parecían realmente muy contentos pues tenían el regalo que querían y seguían recibiendo muchos más y lo mejor la escuela era una palabra que no existía. Era un sueño en vida.

Hasta que por allí de la navidad 70, la risa del Santa Clos y las fotos empezaron a caerles gordas, estaban hartos de recibir tantos juguetes y regalos. Las muelas se les habían picado y sufrían de unos dolores de panza terribles por tantos dulces y comida. Querían regresar a la escuela, anhelaban las tareas y la clase de matemáticas.

Decidieron apagar la Maquindad. Fueron hacia el sótano, vieron aquel botón rojo que en algún momento creyeron era la más brillante idea.

Cuando estaban a punto de apachurrarlo, un campanazo hincho la mano de Chito impidiéndoselos. Se apareció un Santa Clos furioso. Era el primo de Dumas, el cuenta cuentos disfrazado. El Santa como reno descarriado empujo a los niños, los aparto de la Maquindad advirtiéndoles que ni siquiera se atrevieran a mirarla, que podían pagarlo muy caro. Los niños le dijeron que estaban cansados de la navidad, que no querían más regalos, que querían volver a la escuela…

- ¡Nunca! La navidad es el mejor negocio que me pudo pasar. Todos se toman fotos conmigo, quieren abrazarme y hasta me piden que les cuente un cuento. No lo permitiré.

Armado de valor Dumas le dijo

-¡Tú y quien más!

El Santa clos toco 10 veces su campana y un ejercito de 10 duendes con esferas y arboles de navidad -como armas- se apareció ante ellos. Yo y mis amigos sindicalizados, ¿otra pregunta? dijo el falso Santa Clos.

¡Pesadilla! Los duendes se abalanzaron contra ellos, querían hacerlos esclavos por siempre, obligarlos a maquillarlos, ponerle las botas, limpiar el falso trineo. Los niños se resistían, eran muchos duendes, no podían contra ellos, quisieron no haber cometido ese error. ..

- No más navidad, no más navidad… ¡No más navidad!

A Chito lo despertó su papá que le dijo que no iba a pagar un boleto de primera fila para que se quedara dormido sin ver las luchas. Chito vio su reloj, eran las 9 de la noche del 23 de diciembre. Suspiro, feliz de que la navidad fuera con límite de tiempo.



20 de Noviembre 2010




miércoles, 14 de diciembre de 2011

DESTELLOS

El creacionista del día. Carmen Moreno Botello







Acosados por estruendos y miedo

la noche convertida en llanto

mujeres e hijos corren a refugios,

cubren sus ojos, sus oídos.



Se llenó el cielo de luces,

la tierra de sangre y de lamentos.


Los hacen temblar

los rojos destellos de la muerte.



martes, 6 de diciembre de 2011

EL AMOR ES COMO LA TUNA




El creacionista del día.  Rafael Pérez De La Cruz





Luego de la herida lo que 

las mujeres hacen mejor

es el vendaje.

Barbey D´Aurevilly




"A Pao"

Luz de 7 y 20 años
Martha
Daniel
Neto
Un supuesto gerente.



*En una propuesta dinámica y de múltiples cambios de espacio, tiene como objetivo el siguiente texto. 

Luz.- Necesitaba decírselo a alguien. Qué alguien me escuchara. No tenía  nadie a quien contarlo. Sólo a Neto, pero Neto no sabia escuchar…. desde ese momento me hice dos. Conversaba conmigo. Cómo si estuviera en una amena platica con algo así como otra Luz. Desde los 8 años empecé a hablar conmigo misma                                                …


Neto y Luz
(En un parque, juegan con avioncitos de papel)
Luz - … ¿Oye y cuándo seas más grande qué vas a ser?
Neto- …pues rete grande
Luz-… es decir ¿qué quieres hacer…? mira, dice mi mamá que cuándo uno va creciendo como los árboles y va cumpliendo años y años… tantos años que ya no caben en tu cama… uno tiene qué escoger que hacer toda su vida. 
Neto- Ha, pues… yo quíero seguir siendo niño
Luz- No, por qué eso ya lo fuiste… debes escoger otra cosa, algo diferente que no hayas hecho nunca. Yo, por ejemplo, quiero ser cocinera de un ejército de personas que tengan la panza llena de hambre….
Neto- ¿Cómo? 
Luz- Pues mira, si ellos tienen la panza llena de hambre… ¡siempre tendrán hambre y yo siempre tendré que cocinar! A mi mamá le gusta cocinar y a mí me gusta cocinar con ella… cuando cocina siempre sonríe por que dice que  el sazón es el alma de la cocinera y si uno quiere tener un buen sazón debe de primero estar en paz con su alma… por eso cuando estamos en la cocina las dos sonreímos hasta que se nos entumen los cachetes
Neto- … ¿Qué es el sazón? 
Luz- ¡Ay Neto!... el sazón es…



Martha y Daniel
(En un departamento)
Martha-¿Cómo te fue?
Daniel-                       …
Martha- Pues no sé, por eso pregunto
Daniel- ¿Bien? Poca producción, mañana corte de personal, luego quien sabe.
Martha- No te preocupes… 
Daniel- ¡No me chingues! 
Martha- ¡Preocúpate entonces! 
Daniel- …         …        …         ¿me amas? … ¿me amas?
Martha -                          …
Daniel- ¡¿Qué si me amas?!
Martha- … sí…              te amo




Luz y El Gerente
Gerente- ¿Edad?
Luz- 20 años
Gerente- ¿Fecha de nacimiento?
  • ¿Acaso no viene en la solicitud de empleo?... Sonríe
Luz- 3 de junio de 1988
Gerente- ¿Estudios?
  • ¿Por qué piden algo que no van a leer? Si juntaran todas esas solicitudes tendrían por lo menos 1,000 pesos más y 1,000 pesos menos que todos nosotros no gastaríamos. Me matan las zapatillas
Luz- Carrera técnica en contaduría.
Gerente- ¿Experiencia?
Luz- Ninguna
Gerente-  ….
  • ¿Te lo tengo qué repetir? Sonríe.
Luz- Sí, ninguna. 
Gerente- ¿Para qué puesto?
  • Sólo tiene 3 corbatas, casado, un hijo pequeño, creo qué no quiere a su esposa… mueve la boca hacia un lado tratando de ocultar algo… diría que se casó por que todos en algún momento tienen que casarse… ¿Por qué cumplir con conveniencias?... 
Gerente-  ¿Para qué puesto pide trabajo?
  • … ¿cuáles son las conveniencias de una mujer de 20 años?
Luz- Asistente de contaduría.
Gerente- ¿Algún otro?
Luz- No. Sí, en uno donde, donde pueda yo... estar…
  • Terminar una carrera, encontrar una pareja con el cual durar al menos 5 años, casarse con él, tener un hijo antes de los 30, dedicarse a cuidarlos…
Gerente- ¿Perdón?
Luz- … sí, donde pueda auxiliar a otra persona o personas.
Gerente- ¿Auxiliar administrativo?
  • ¿Cuidarlos?... tener una mascota ¿Por qué todos quieren una mascota?… ¿cuidarlos?  
Luz-Exacto eso. 
Gerente- ¿Estuvo en…?
Luz- Sin importancia. ¿Sabe?, es pasado
  • Misma historia, mismo cuento
Gerente- Para nuestra empresa todos los detalles tienen importancia
Luz- Fui la mejor de mi clase, hasta que me “integre a la sociedad”, tengo cartas que avalan mi buena conducta, cartas que dicen que ahora “ya estoy curada”…
  • Cómo si hubiera tenido una gangrena 
Luz- …. sin ofender me parece que en esos detalles son en los que se tiene que fijar la empresa.
Gerente- Tenemos todos los puestos ocupados. Hasta el tope. Espere. No estoy diciendo que se vaya… 
  • ¡Ni tampoco ésta diciendo que me quede!
Gerente- …siéntese por favor. Tal vez no comprendo la situación un tanto… difícil…. por la que usted está pasando. Pero sabe que… ¿le gustan los secretos?
  • ¿Le gustan los secretos?... 
Gerente – ¿Qué si le gustan los secretos?... Te confieso algo… amó, los secretos a voces
  • ¿Para eso he estado 2 horas perdiendo mi tiempo, soportando estás zapatillas prestadas? 
Gerente- (susurrando)… usted es hermosa
  • ¿la mentira estará hecha de lombrices o tripas?  
Gerente- ¿Señorita…?
Luz- … Luz
Gerente- Hermoso nombre
  • ¡No te atrevas a tocarme!
Gerente- Digamos qué usted tendrá que pasar por otro filtro. 
Luz- ¿Por qué?  Tengo todo lo que me pidió… ¿necesita alguna información extra?
Gerente- No. Me refiero a un filtro diferente. Donde, bueno, usted tiene que entregar ciertas concesiones y permisos que tendrán que ser a su voluntad. Qué quede claro que nosotros no la obligamos a nada y qué en cualquier momento la puerta está abierta para qué usted pueda retirarse. ¿Ya te dije qué eres preciosa, verdad?
  • ¿Ya te dije qué me das asco, verdad?
Luz- Gracias 
Gerente- Esos son los secretos a voces. Están ahí, todos los sabemos, pero nadie se atreve a decirlos. Es extraño que seamos tan ciegos que no podamos darnos cuenta cuando…. 
  • Te quitas la zapatilla lentamente, engañándolo, deja que se acerque. Tomas sus huevos acariciándolos, despacito, despacito hasta que quiera acercar su apestosa boca a ti… ¡es el momento!, aprietas fuerte tu mano hasta que le estallen, partes su nariz con tu cabeza... 
  (El Gerente se sienta en el escritorio, abre las piernas y con la mano se acaricia por afuera de la bragueta)  
Luz- Con permiso.
Gerente- Espera. Siéntate. Digámonos secretos… 
Luz- ¡Suélteme! 
Gerente- Un secreto…
  • … partes su nariz con tu cabeza. El mentiroso llora del dolor. Con el tacón le golpeas la cara, la boca… uno, dos, tres, cuatro… ¡cállate!.. ¡silencio! Lo tomas por los cabellos y lo estrellas contra el piso, hasta quitarle el último respiro. Lo escupes, te limpias las manos y sales. Fácil, sencillo, sin secretos. 
Luz-              
Gerente- Que rico hueles
 (Luz se quita las zapatillas lentamente)
Gerente- Eso… ¿ves? qué fácil es conseguir trabajo…
 (Luz con su mano derecha acaricia los testículos del gerente que acerca cada vez más sus labios a los de Luz….) 
Luz- … espera. (Le susurra algo al oído
  • ¿Tú sabes de qué están hechas las mentiras?



Luz y Martha
Martha- Una vez que echamos las verduras  le pones unas ramas  de epazote y el chipotle a medio quemar para qué de el sabor al caldo.
Luz-  Má ¿sabes por qué Dios está enojado con los pollitos?
Martha- No. ¿Por qué?
Luz-  ¡por qué todo el día se la pasan pia-andole y piá-ndole y piá-ndole cosas!...
Martha-        …
Luz- ¡ya Má, ya! ¡Qué me vas a hacer pollo de la risa! ¡Y me van a salir plumas!!!
Martha- Niña cochina. Orita va a ver. ¡Yo le voy a sacar sus plumas!... Ven acá…
Luz- Nooo
(Silencio medio)
Martha- ¿Se me perdió una niña?... cataplín, cataplan, cataplero
Luz- ¡Yo la he encontrado!… cataplín, cataplan, cataplero
Martha- ¡Haga el favor de entregarla!…
Luz- ¿En qué quiere que la traiga?
Martha- Tráigamela en…
Luz- ¡Un cohete espacial!
Martha- … ¡Te tengo!...   
Luz-… Mami  ¿por qué tienes morada tu carita? 
Martha- Toma. Quítale las basuritas a los frijoles para qué los ponga a hervir.
Luz  - ¿Ese señor lo hizo?
Martha- Esos son problemas de grandes que a las niñas no les interesan. 
Luz- Má…
Martha-¡Qué!  
Luz- Si tu alma se enoja el arroz te va a salir verde.
Martha- Es qué en esas cosas las chiquillas no se deben meter. Cuando yo era niña le hacia las mismas preguntas a mi mamá, de por qué tenía el labio o la cara moreteada como de aguacate mallugado le decía yo. Ella sólo movía la cabeza. Pero una vez se enojo tanto que me puso las manos en un comal caliente. Al principio la odie, pero después entendí que el amor es como las tunas. Qué para llegar a la parte rica y deliciosa uno primero tiene que aguantar la espina y después con mucho cuidado quitarlas, para luego comerse lo que tiene adentro y así te sabrá más rico, delicioso y refrescante. Cuándo seas grande lo entenderás.
Luz- ¿Me vas a quemar las manos?
Martha- No. Sólo es para qué entiendas que no debes hacer esas preguntas a los mayores. 
Luz- ¿Y por qué el amor tiene que ser como las tunas? Yo quíero que sea delicioso y alegre como las fresas.
Martha- Pero si las fresas no se lavan a uno le salen lombrices que luego te echan a perder  el cuerpo. Y uno se pudre de a poquito, y no es delicioso y lo que no es delicioso es repugnante y si es repugnante el que se quiera comer las fresas se aleja y no vuelve por que busca una fresa fresca–aunque ésta todavía no esté madura y tenga muchas lombrices verdes por dentro. Créeme hija prefiero que mi amor con Daniel sea como la tuna. Y ya deje de preguntar niñita curiosa, y ponte a rebanar esa naranja por que hoy… vamos a hacer un pastel esponjocito como tú y amarillito y bonito como estos cachecitos….





Luz y El Horno
(En un cuarto. Sólo hay cosas indispensables. Lo único que resalta es una estufa grande, muy moderna. Luz viste una bata muy ligera; prepara lo que parece una cena.)
Luz-  ¿De qué están hechos los hombres?... no lo sé, pero quiero averiguarlo… por lo pronto sé que las mujeres estamos hechas de debilidad, el sexo débil… eso dicen todos, y todos lo repiten como en círculos… ¡los círculos de la vida! ¿Pero por qué nadie se atreve a romper esos círculos?... romperlos es renunciar a uno mismo, volver a nacer, salir del vientre de tu madre, otra vez. Te contare un secreto, un secreto a voces, pero no te rías ¡he!... Como héroes de guerra mi tatarabuela había sido golpeada por su esposo, mi abuela por mi abuelo y mi madre por su pareja…. y quien sabe si la tataratatarabuela de mi abuela había pasado por lo mismo. Yo me lo imagino y me da risa… el  primer hombre en la tierra después de inventar la rueda invento pegarle a la chingada vieja que tiene por esposa … ¿te lo imaginas?... nada gracioso. ¡Cómo pudiste hacerlo! me dicen algunos mientras tratan de mostrar preocupación cuando en realidad es el morbo el que los mueve.  Pues bien fácil, tan fácil como hacer un caldo de pollo -les respondo. Me ha tocado algunos que se dan la vuelta indignados, como si la de las preguntas ofensivas soy yo. No me arrepiento, tenía que terminar con un ciclo, romperlo, desbaratarlo y volver a re-nacer. Lo único de lo que me arrepiento es de no haber visto mi obra maestra, ¡La gran cena!  (Silencio medio. Sigue preparando la cena)  

¿Cómo arrepentirse después de sentir la mano calluda y caliente lastimando mi vagina? ¿Cómo arrepentirse después de sentir sus sucios dedos penetrándome uno a uno, como diez cuchillos que apuñalan…? ¿La lengua y la saliva después de haberse cojido a mi madre mojándome mis pezones…? Penetrándome… Penetrándome y yo gritando, tratando que con mis gritos se terminara de cuartear la pared y que la casa cayera para que todo el mundo se enterara de lo que estaba pasando en ese lugar árido donde un buen día el sol nunca se quiso meter para secar todo lo que vivía allí. ¿Cómo arrepentirse te pregunto? (Silencio largo. Prende la estufa sazona tomate)

Daniel y Luz
Daniel- ¡Luz!... ¡Martha!...        traje un regalo Luz…               ¿Dónde estás?...
Luz- (susurando) Se me ha perdido una niña/ cataplín, cataplan, cataplero/ se me ha perdido una niña/ en el fondo del jardín… 
Daniel- …vamos a celebrar tu cumpleaños



Luz y El Horno
Luz- …los gritos de mi madre todavía retumban en mis oídos cada vez que enciendo la estufa… insoportable como el sonido de la olla exprés cuando la carne se está cociendo (hace el sonido)…. Recuerdo que cada vez qué me había hastiado de escuchar decir a mi madre “perdóname” con la boca rota y con la nariz hecha añicos saliéndole sangre a borbotones, corría a la cocina y me metía en el horno de la estufa… quería que mis oídos estallaran, qué la carne por fin se cociera y me dejara dormir…  El horno era mi lugar favorito  por que sentía que volvía a estar en la panza de mi madre, como si nada existiera… sólo ella y yo… calientita, sin gritos, sin sangre, sin huecos en el corazón. ¿Ya te dije qué a mi mamá le gustaba cocinar?. Era nuestro lugar preferido, la vieja era feliz y yo lo era con ella…. pero su “pareja” ensucio todo: la cocina, la felicidad, el amor, la inocencia… lo rompió. Y el día que él descubrió donde me escondía, me saco del horno para penetrarme por 8° ocasión – 8 como la edad que tenia- no aguante más y decidí romper el ciclo que mi tataratatarabuela jamás quiso romper. Mi madre no hizo nada, nunca quiso hacer nada. Yo creo que ella tenía una olla expres en la cabeza que no la dejaba escuchar, pensar, ni ver. Pero estoy segura que ella ya me perdonó y hasta algunas veces veo –o creo ver- que desde el cielo me sonríe mientras me da las gracias. Tal vez sea una alucinación mía ¿no crees?
(Se dirige hacia el lado contrario de la cocina, enciende unas velas… vemos al supuesto gerente; desnudo, con un trapo en la boca, atado de pies y manos a una silla)





Daniel y Luz
Luz- …cataplín, cataplan, cataplero/ se me ha perdido una niña en el fondo del jardín…
Daniel -¡Aquí estas!... Sal de ahí
Luz- …
Daniel- ¿Hoy cumples 8 no es así?
Luz- …
Daniel- Te traje un regalo, sal de ahí, te va a gustar… ¡qué salgas!... ¿no es preciosa?… estaba afuera de la maceta… vela… tiene un ojo, no tiene boca y es cariñosa… se revuelve por tus manos y parece que te acaricia… ¿te gusta?..
Luz- … Me da asco
Daniel- Pues yo que tú le tendría miedo… ¿no lo crees?
Luz-  …mi mamá esta arriba…
Daniel- ¿Tu mamá?... tu mamá dejo de serlo por que ahora es mi mujer, mi mujer… ¡no grites niña!
Luz- ¡no me toque!…
Daniel- Cómo una lombriz, no tengas boca y se cariñosa…
Luz- … mamá…
Daniel- … ¿te gusta qué te de besitos?... 
Luz- ¡Mamá!
Daniel-¿verdad?
Luz- … ¡Mamacita!






Neto y Los Champiñones
Neto.- ¿Conocen los champiñones? A mí no me gustan. Por qué saben como a patas. Yo creo que es falso eso de que nacen de la tierra, naturalitos. ¡A mí no me engañan! Yo tengo la idea de que cuando todos estamos dormiditos, cuando los perros también ya pelaron el ojo y lo único que se escucha es como se gritan las estrellas en el cielo. Las personas que tienen champiñones en las uñas –así como le dice mi mamá a mi papá- se van despacito, despacito para que nadie los escuche y ya cuando llegan ahí donde quieren que nazcan, se cortan las uñas y las entierran bien profundo para que nadie se dé cuenta cual es la semilla. Los que no tienen champiñones en las uñas, pero sí en las patas, se lavan los pies con la tierra; bien enjuagaditos, enjuagaditos y la revuelven con la tierra buena. Y entonces lo dejan a la buena de Dios pá que namás crezcan. Así como muchas veces los papás hacen con sus niños “A la buena de Dios”… ¿Por qué creen que los champiñones se dan donde sea al igual que los escuincles? A mi mamá y a mi papá les gustan mucho ¡pues por qué es como si se estuvieran comiendo algo de ellos!: feo y apestoso pero al fin y al cabo es algo de ellos. Y cuando algo es algo tuyo, lo quieres, lo cuidas y hasta lo proteges. Yo por eso creo que Lucecita hizo bien en lo que hizo por que…  ¡nosotros somos de nosotros mismos!  ¿Pues qué se creen los grandes que pueden venir así nomás a hacer daño a todos y no importarles lo que sientan los demás? Pues no. Ahora estoy más convencido que antes. Que yo de grande quiero ser Dios. En primera para aclararles la mente a todos esos chismosos que dicen que la Luz es una psi-co-pa-pa, o algo así, y hacerles ver que están mal que tienen nubes cargadas de chocolate en su cabeza. Y después para sanar a Luz todo el daño que le han hecho los demás. Y en tercera para echar el tiempo atrás y borrar todo lo que pasó… y volver a jugar a los avioncitos de papel con ella. Mis papás no quieren que la vaya a visitar donde la tienen por que dicen que lo malo se pega. ¡Qué va a ser! si hubiera sido eso yo le hubiera pegado mi flojera y mis pies de plomo que siento cada vez que me dicen que haga algo y entonces la Luz no hubiera tenido fuerza suficiente para hacer lo que hizo… ¿Han visto los champiñones? pues así se vio la casa de Luz, ese día, desde mi ventana…  




Luz y El Horno
Luz- ¿te gusta el espagueti?... Me han dicho que tengo un sazón amargo, pero delicioso… ¿Tú crees?... Daniel, sabes qué no me gusta que te quedes callado… ¿Me amas?...   




Luz y Su 8º Cumpleaños
Neto- ¡Luz ya sé qué quiero ser de grande, ya sé qué quiero ser de grande!
Luz- ¿Qué quieres ser?
Neto- Pero no llores…. ¿Por qué lloras?... Prometo que cuando sea lo que quiero ser de grande no te voy a dejar de hablar y vas a seguir siendo mi amiga. 
Luz- Gracias... ¿Qué quieres ser de grande?
Neto-  Dios.
Luz- ¡Eso no sé puede!
Neto- ¿Quién dice que no? Es re-fácil. Mi mamá dice que esto (saca unas hostias) es “El cuerpo de Cristo” y yo creo que si cada día me logro comer por lo menos unas 7 de estas…. después de unos… ¿qué serán?... unos 10 u 12 años voy a tener tanto cuerpo de Cristo en mí que ¡voy a terminar por ser Cristo! ¡Así de fácil! Por lo pronto ya estoy tomando algunos detallitos de los calendarios que tiene mi mamá en su recamara…. mira, corte mis zapatos y las hice chanclas y desde hoy he decidido no cortarme el pelo y dejarme la barba. ¿Qué te parece?
Luz- Me parece bien, Neto
Neto-… No llores. ¿Qué fue lo que paso? ¿Otra vez el esposo de tu mamá te pego? Esos mayores necesitan una lección. A esos mayores que hacen daño, si yo fuera Dios, ya  hubiera sacado rayos de mi dedo y los hubiera hecho explotar como cohetes. No llores más…. que ya solo faltan 10 años, 10 años para vengar tus lágrimas…
(Neto sigue platicando haciendo la pantomima de un cohete que explota.) 






Luz y Su Decisión
(Luz entra a la casa… es casi la medianoche. Su madre sentada en la sala, con la cara golpeada. Como si nada hubiera pasado)
Martha.- ¿Dónde estabas? estaba preocupada por ti. ¿Por qué te desapareces cómo el polvo?
Luz.- Eso quisiera ser…. 
Martha.- Luz… 
Luz.- ¿Por qué dejas que nos pegue así?
Martha.- Él nos ama. Ya te dije, el amor es como las tunas…
Luz.- ¡Si el amor es así quiero que todos me odien…! Má… pareces un muerto que está vivo, como ¡zombi!… un muerto … cómo si nada más tuvieras eso que tú llamas alma colgada de un gancho… 
Martha.- No Luz estoy bien… muy bien.
Luz.- ¡Mentirosa! 
Martha.- Cállate qué vas a despertar a Daniel
Luz.- Qué se despierte, qué se despierten todos… que se entere todo el mundo que ese señor hace cosas malas conmigo, contigo, que lo único que sabe hacer es hacer daño… que todos se enteren…
Martha- Cállate niña.
Luz.- Vámonos de aquí.
Martha.- ¿A dónde? a Roma, ¿Al país de las maravillas? o ¿con tu padre?
Luz.-  A dónde sea.
Martha.- No Luz. Somos mujeres, recuérdalo bien. Yo me quedo aquí y tú también… mañana será un nuevo día y el sol sale para todos…
Luz.- ¡Me toca con sus dedos!
Martha.- No digas eso niña… no mientas… Daniel te quiere mucho…
Luz.- Me acaricia, con su lengua, sus manos, su boca. ¡Me besa!
Martha.- (la avienta fuertemente contra la estufa) ¡Cállate y duerme! … duerme
(Luz se mete al horno de la estufa. Se acurruca adentro.
(en el departamento de Luz) Luz 20 años.-… ¿Me amas?... Sabes… cuando era chica soñaba que dormía en una cama de fresas. Fresas chicas, grandes, medianas. Pero las fresas empezaban a marchitarse, a ponerse negras y de estás empezaban a salir gusanos verdes y negros que se metían en cada rincón de mi cuerpo, hasta que me asfixiaban… no podía despertar. ¿Alguna vez has soñado despierto?  




Luz - Necesitaba decírselo a alguien. Qué alguien me escuchara. No tenía a nadie a quien decírselo. Solo a Neto, pero Neto no sabia escuchar…. Desde ese momento me hice dos. Conversaba conmigo misma. Como si estuviera en una amena platica con algo así como otra Luz. Desde los 8 años empecé a hablar conmigo misma. 






Luz.- Ese día no hice ningún ruido… sólo hice lo que sentía…. hablaba conmigo misma… ya no me sentía sola. Sabía que si fallaba no me lo perdonaría. 


Luz- Todo tenia que salir a la perfección. Era fácil… abrir los tanques de gas y las parrillas de la cocina, el horno…

Luz-… abierto a todo lo que da… 


Luz- … jergas en las rendijas




Luz- … para que no se escape nada. 


Luz - … me sentía viva… nunca me pasó la imagen de mi madre por la cabeza. Parecía que había vivido todo lo que se tenía que vivir con las madres. La casa por dentro parecía un bunker… todo sellado… 


Luz- ¿Crees qué tengo un sazón amargo?...















(en el departamento de su madre y Daniel) Luz 8 años.- No hagas ruido. Se puede despertar y nos puede ir muy mal. 












Luz- Abrir el tanque del gas. A todo lo que da. Abrir el tanque del baño, dejar el horno de la estufa abierta… a todo lo que da…






Luz- … colocar ropa, papeles…





Luz- … cerca de la estufa




Luz- … para que no se escape nada. 







Luz- Todo listo.



Luz/Luz- … cerré la puerta despacio, muy despacio y rápidamente salí de la casa. Ese día corrí lejos… muy lejos como el polvo. Yo sabía que estaba en un peligro latente. Sabia por mi madre que Daniel tenía la costumbre de levantarse de madrugada a tomarse un té de sabe que cosa para volver a conciliar el sueño. Lo sabía muy bien… él no se daría cuenta… se paraba tan automáticamente, que no olería nada. Y mi madre menos… con toda la nariz cuarteada ¡¿Cómo?! … solo escuche el eco de un gran cohete. Todo había terminado. Todo. Voltee y vi un gran champiñón de humo encima de mi antigua casa. La casa polvo –eso dijeron- Ese día supe como se siente el placer… por primera vez me sentía despierta. A mí me daban por muerta. Pero se sorprendieron cuando me les aparecí, así como fantasma detrás de ellos, recuerdo que todos agarraron un color como de jícamas. Me preguntaron qué si estaba bien, qué cómo logre escapar, qué fue lo que sucedió… decían que era la niña milagro. Yo me enoje, por qué no había ningún milagro que celebrar. Todo lo había hecho yo, ni una paloma y mucho menos otras personas habían hecho nada por rescatarme ¿Por qué tendría que ser un milagro? Confesé. Al principio nadie me creyó. Di detalle por detalle de lo que había hecho… de cómo quería que todo explotara como un cohete. Me internaron hasta que cumplí  18. Como cuando los padres castigan a sus niños por haber hecho una travesura. Así lo veía yo, una travesura justa. Asesinato con alevosía a 6 personas, ¿6 personas? -dije yo-  yo sólo quería matar a 2… pobres vecinos, pensé. Se escandalizaron más. No importó. Al final comprobé que el amor no es como las tunas ni como las fresas, el amor es como un espejo, como tú espejo.
(Suena un teléfono)

Luz- Alo… ¡Daniel!... ¿Qué no te llamas Daniel?... eso no importa … ¿Aceptas mi invitación?… perfecto... ¿ahorita?... estoy un poco ocupada… ¡qué te parece si mañana!… ¿en la noche está bien?…
(El gerente trata de pedir auxilio, es inútil, solo se escuchan ruidos guturales)
Luz- No es nada… es la televisión… bueno, a las 8 está bien… besos Dani… aquí te espero… (Cuelga el teléfono) Perdón… un amigo. No te pongas celoso. ¿En qué estaba? ... Ah sí… recuerdo que nunca entendí por que él lo hacía. Yo pensaba que estaba hecho de alguna materia extraña… que tal vez tenia espinas por dentro o que sus tripas eran de gusano… no lo sé… Tenía unas ganas tremendas de abrirle la panza para averiguarlo… Pero no pude hacerlo. Él se hizo como el polvo. No importa… sabes, él se parece a muchos hombres, creo que los hacen en serie. El único círculo que agradezco es que tengo la oportunidad de saber de qué estaba hecho…
(Luz se acerca a su primera víctima)

Luz- ¿Te gustan las tunas?  

Jueves 18 de Marzo 2010


domingo, 4 de diciembre de 2011




¡LA LITERATURA RESPLANDECE ESTA NAVIDAD!  ^^

Los géneros brillan en estas fechas decembrinas. El creacionista los invita a compartir ese espíritu creador (navideño, si así lo quieren) para que este mes de Diciembre, compartan cuento, teatro, novela, poesía, de todos los colores e historias que os gusten.

¡NUNCA DEJEN DE CREAR! ^_^
¡Los esperamos! ^^  











Asimismo, El Creacionista, revista,  les desea : ¡Feliz Navidad! y que el próximo año este lleno de inspiraciones, musas y creaciones geniales desde su pluma. Mil gracias por la confianza a todos los que han añadido sus letras con pasión, en este espacio. Se les agradece infinitamente, ademas de que se extiende la invitación a seguir compartiendo su arte,  pagina tras pagina para el año 2012.




¡FELICES FIESTAS!







martes, 29 de noviembre de 2011

EL HOMBRE DESNUDO




El creacionista del día. Mary Ruffy Herrera Farciert.



Al despertar dijo a su mujer:


- Oye hija, hoy es día de pagar la cuota del televisor, seguro que viene el cobrador. Pero ayer no traje dinero de la ciudad, no tengo nada.


- Explícale eso al cobrador – dijo su mujer


- No me gusta hacer eso, parezco un sinvergüenza y me gusta cumplir con mis obligaciones rigurosamente. Oye, cuando llegue nos quedaremos callados aquí dentro, sin hacer ruido, para que él piense que no hay nadie. Dejémoslo llamar hasta que se canse mañana le pago.


Pasado algún tiempo, se saco la pijama y se dirigió hacia el baño para ducharse, pero su mujer ya se había encerrado ahí dentro. Mientras esperaba, decidió preparar café. Puso el agua a hervir y abrió la puerta de servicio para recoger el pan; como estaba completamente desnudo, miro cuidadosamente hacia ambos lados del corredor, antes de arriesgarse a dar dos pasos hasta el paquete que el panadero había dejado sobre el piso.




Todavía era muy temprano y no cabía la posibilidad de que pudiera aparecer alguien. Al tocar el pan con sus manos, la puerta se cerró repentinamente. Aterrorizado se precipitó hacia el timbre y luego de presionarlo, se quedo parado, mirando ansiosamente a su alrededor. Escucho interrumpirse el ruido de la ducha, pero nadie vino a abrirle. Seguramente mi mujer ha de pensar que es el hombre del televisor – dijo- cubriéndose la parte baja con las manos



- ¡María!¡ María!. Soy yo – llamo en voz baja


Mientras más golpeaba, mas silencio crecía en el interior del departamento.


Entonces escuchó que desde abajo se cerraba la puerta del ascensor, el cual iba subiendo lentamente, marcando los números de los pisos.


- ¡Ahora si es el hombre del televisor!



No lo era. Martin se refugió en la escalera de emergencia y espero a que el ascensor pasara su piso. Volvió a la puerta y sujetando el pan, casi a punto de caérsele por los nervios comenzó a tocar:



- ¡María por favor! ¡Soy yo!



Pero esta vez no hubo tiempo de insistir, Martín escucho pasos en la escalera, lentos, regulares; lleno de pánico miro en torno a él, haciendo una pirueta y desnudo con el paquete en la mano, parecía ejecutar un ballet grotesco y mal ensayado, corrió hacia el ascensor apretó el botón y tan pronto la puerta se abrió entro; vio que la empleada de aseo paso y subiendo las escaleras del siguiente piso. Respirando aliviado, seco el sudor de su frente con el paquete de pan, pero de repente la puerta del ascensor se cerró y comenzó a bajar.



Alguien allá abajo, abriría la puerta y lo encontraría desnudo hasta podría ser algún vecino conocido, desorientado se encontraba en una verdadera pesadilla de Kafka, viviendo un momento de autentico y alocado régimen de terror.



Agarrándose de la puerta, la abrió con fuerza entre los dos pisos, obligándolo a detenerse. Respiro hondo, cerró los ojos para tener la momentánea ilusión de que estaba soñando; intento presionar el botón de su piso, mientras que desde abajo, seguían llamando al ascensor.



- ¡Ah no, eso no! – dijo Martín.


Cautelosamente presionó el botón de emergencia y soltó la puerta, entretanto le insistía al sistema, presionando una y otra vez el botón de su piso, para que el ascensor subiera. Por fin cumplió su cometido. Ya de vuelta ante la puerta de su departamento, Martin insistió:



- ¡María! ¡Abre la puerta – gritaba, golpeando fuerte, ya sin ningún cuidado.



Martín escuchó que otra puerta se abría detrás de él, se volvió asustado, apoyando el trasero en la pared e intentando cubrirse inútilmente con el paquete de pan. Era la señora del departamento vecino.



- Buenos días, mi señora – dijo él, confuso – figúrese que yo …


La señora aterrorizada, levanto los brazos y se puso a gritar:


- ¡Ay Dios mío! ¡El panadero está desnudo!



La vecina corrió hacia el teléfono para llamar a la policía. Otros vecinos escucharon el griterío y se aproximaron para ver que ocurría:


- ¡Un psicópata!


- ¡Miren qué horror!


- ¡No lo mires! ¡Váyase pa dentro mi hijita!



María abrió finalmente la puerta, al escuchar también el relajo. Martin entro como un rayo, se vistió, sin siquiera acordarse del baño. Pocos minutos después restablecida la calma, golpearon la puerta.



- Debe ser la policía – dijo él, todavía jadeante, yendo a abrir, para su sorpresa...
era el cobrador del televisor.

viernes, 25 de noviembre de 2011

EL ÚLTIMO VUELO

El creacionista del día. Marcela Patricia Vélez Díaz

Por primera vez hoy no envidio el vuelo de las aves, me siento tan ligera como barco de de papel, como si la gravedad hubiera desaparecido;  estiro mis manos y mis dedos llegan hasta la punta del ciprés, podría recorrer toda la ciudad, escalar montañas, alcanzar una nube y beber agua de cielo. Mañana a estas horas, estaré tan lejos. Las cartas de despedida de mis alumnos saben a nostalgia en sus letras, la niña que me habita quisiera llorar un poco y quedarme con ellos sin crecer jamás, los extrañaré, su recuerdo será mi fantasía. Pero ahora estoy solo a un paso de realizar mi sueño de tantos años, la jubilación que pospuse con mil pretextos. Pero todo llega, quién lo diría, es hora de saltar al vacío…

Desde hoy ya no habrá noche, ni día, dueña del tiempo, el camino es infinito, mis pasos dibujan historias nuevas, ahora no exijo nada, todo hace juego con mi alegría, esta maleta de suspiros, mis pies sedientos de aventura, el aquelarre de duendes danzando dentro, si hoy tuviera un nombre me llamaría gratitud. Voy rumbo al aeropuerto, siento como si este momento ya lo hubiera vivido, cada vez que me fugaba detrás de un colibrí, sabía que algún día también estaría en el aire, mi corazón está inquieto, danza una canción extraña que no alcanzo a comprender, tiene prisa, una infinita prisa por alcanzar las estrellas, calma, estamos cerca, ¿acaso habrá alguien que me impida ser feliz ahora?

Abro los ojos sin saber donde me encuentro, todo está tan oscuro, lo último que recuerdo es el paisaje que observé desde el avión, un mar de nubes violetas que hicieron explotar mis ansias contenidas. Ahora todo es tan confuso como los laberintos de mi existencia que se pierden en la nada, escucho el silbido extraño de mi respiración entrecortada, se me antoja como una melodía de violines que se extingue poco a poco, no sé si lo que me duele es el cuerpo o el cansancio de la vida, me percibo como una gota de lluvia que  cae infinita sobre mis recuerdos y luego se evapora vestida de silencio; abrazada a la levedad de la noche para entrar a la luz.

lunes, 21 de noviembre de 2011

PUNTO ROJO

El creacionista del día.  Oralia Ramírez




En un poblado apacible y pequeño, situado en la planicie de un valle fértil, se contempla la suave bruma del amanecer, que envuelve rostros en aquellas humedades cristalinas del alba. A lo lejos, en el camino que conduce a dicho lugar, se puede observar un punto rojo que se dirige en zigzag rumbo al jagüey,  ubicado del otro lado del cerro.



Dentro de ese sitio;  en un hogar revuelto se encuentra Magdalena, esposa engañada, que juró vengarse a muerte, de quien le robara el amor de Sacramento su esposo, a quien amaba de verdad; fue muy doloroso para ella haberlos encontrado en el solar de la parte trasera de su casa, en plena oscuridad, desnudos y tendidos sobre el zacate del almiar. Magdalena al descubrir el engaño, se dio cuenta  que se trataba de su vecina Margarita, (señora casada con cinco hijos y un esposo que pasaba largas temporadas fuera del pueblo por motivos de trabajo) ambos salieron huyendo, cuando se percataron de la presencia de Magdalena;  su esposo se fue de la casa con rumbo desconocido y la vecina se refugió en su hogar rodeándose de sus hijos.

Esa noche, Magdalena no pudo concebir el sueño, tenía una idea fija: vengarse de esa mujer que le robaba el cariño de su esposo.En las primeras horas del alba los molinos de los pueblos empiezan su labor. Magdalena miró a la vecina salir de su casa, abrazando una cubeta con maíz cocido, esta se dirigía al molino para transformarlo en masa y hacer tortillas para el desayuno de sus pequeños;  sin dudarlo se dirigió tras Margarita, cuchillo en mano y al llegar al molino, las mujeres presentes se percataron de la furia de Magdalena, ellas gritando se apartaron del lugar. Margarita al verse acorralada, suelta el nixtamal y  trata de huir, pero Magdalena lo impide, intentando hundirle la navaja en el cuello; ambas forcejean.

 Magdalena falla y el cuchillo queda fuera de su alcance; sin pensarlo la tira en el suelo  y tomando chile molido con todo y venas de un cazo cercano a ella, mete las dos manos por debajo del vestido de Margarita, bajándole el calzón frotándole el chile en medio de sus piernas y dentro de la vagina. 

Entonces Magdalena exclama: 

 -Pa’ que te acuerdes de mí desgraciada-



Todas las ahí reunidas quedan estupefactas y escuchan los berridos de Margarita y la expresión de Magdalena:



-Pa que aprendan a no meterse con el marido de una- .



Si nos acercamos al punto rojo que se mueve en el camino, veremos que se trata de una mujer que se encorva, vociferando gritos de dolor, ella está roja y sudorosa;  le cuesta mucho trabajo caminar, de sus piernas le escurre sudor rojizo y va por el camino retorciéndose en busca del anhelado jagüey.

domingo, 13 de noviembre de 2011

SACARSE LA LOTERÍA ES UN INFIERNO



El creacionista del día. Jesús Ulloa Glez


Tenía como 9 años y desde entonces escuchaba a mucha gente de mi pueblo que hablaba de billetes de la Lotería Nacional. En ese rincón de la Nueva Vizcaya llamado San Pedro de los Montero, donde la gente vive con la esperanza de que un golpe de suerte le cambie su destino, donde se venera con mucha devoción al dios del juego “San Birján”.

Siendo un pueblo noble y con fama de suertudo, muy especialmente en días de navidad o de fin de año ya que varios paisanos han salido premiados en esas fechas, con el premio mayor o con buenos importes para comprar una casa o de menos un carrito; con estos antecedentes, mis amigos y yo estábamos condenados a la compra compulsiva de billetes de lotería

También recuerdo un dicho, muy de por allá “El que compra billetes de lotería es porque le gusta pagar impuestos voluntarios” así que se convino ante todos que la lotería es el impuesto de los pendejos, pero que todos seguiríamos pagando.



Existe además una cábala: Siempre que uno de los mejores premios caiga en San Pedro, éste se verá afligido por alguna desgracia, y será resentida por todos sus habitantes o únicamente por la familia del suertudo. Salí muy joven del terruño y me tocó en suerte conocer grandes ciudades que para nosotros los fanáticos de la lotería, son un paraíso en el que abundan los cachitos de lotería, entre ellas Guadalajara, León, Veracruz Puebla, sin olvidar a la gran capital, donde se localiza el templo mayor dedicado a San Birján.



Mientras estuve en México, fue tanta mi devoción a la lotería que nunca falté a los sorteos de los martes y los viernes, en el edificio del Paseo de la Reforma ese que les dije que está dedicado a San Birján; siempre llegaba muy temprano, para sentarme cerca de las urnas giratorias, ahí donde salen los números que dan a conocer los niños gritones; cuando  gritaban el número que obtenía el premio mayor, entraba en éxtasis, era como si yo tuviera el billete premiado en mis manos, sentía una angustia que me hacia repetir una y otra vez la serie de los números que se escuchaban en él sonido local.


Con el tiempo salí de la ciudad de México pero el vicio de jugar a la lotería ya lo llevaba metido hasta la medula de los huesos; al grado de que ya no compraba cachitos sino billetes enteros, que como era la costumbre del pueblo los compartía con mis amigos, regalándoles su respectivo cachito, para que la suerte de cada uno de ellos, mas la mía se acumulara y así entre todos complacer a San Birján.


Radicaba en Puebla y en dos días sería el Magno Sorteo del Cinco de Mayo, me encontraba en el salón “La Diosa de la Fortuna” jugando dominó con mi compadre Rolando, Sergio “El Bailador” y Federico al que le decíamos “El Casimiro” porque le faltaba el ojo izquierdo que perdió en un accidente de trabajo. Como de costumbre se acercaron los billeteros a ofrecer sus últimos cachitos, no les compramos nada, porque los números que traían no nos latieron.



En eso estábamos, cuando se acerca una viejecita, ofreciendo muy cándidamente sus billetes, ya se iba, cuando lo vi, allí estaba, ¡si ese era! él número que por años había buscado, quede petrificado, era ese que sin saber porque, yo siempre asociaba con mi padre, quién alguna ocasión me llegó a decir:
“Me late que tú algún día te vas a sacar el premio mayor ten cuidado hijo cuando San Birján da, también quita y mucho” Me recuperé rápido de la sorpresa y reaccionando más que de inmediato compré el billete entero, le di un cachito a mi compadre, uno al Casimiro y otro al “Bailador”


El día 6 por la mañana, todo el vecindario sabía que le habíamos pegado al gordo, porque a mi compadre le dio un infarto cuando vio nuestro número y la cifra de 150 millones de pesos encerrados con un círculo rojo en la listas del puesto de periódicos,  que se encuentra a contra esquina de su casa. Después de que le dimos cristiana sepultura a mi compadre, tanto “El Casimiro como El Bailador” se reunieron conmigo para que fuéramos juntos a cobrar el premio..


A los tres días de haber cobrado su dinero “El Casimiro” se compró una máquina esmeriladora para su negocio de tornos, la que al momento de probar su funcionamiento, aventó una esquirla directo al “Casimiro” y le destrozó el ojo sano. El 15 de Mayo por la noche Sergio “ El Bailador ” asistió un poco pasado de copas al baile organizado en honor a nuestros abnegados maestros con un traje tornasol, zapatos nuevos color rojo acharolado .Haciéndele honor a su mote se puso a bailar de inmediato, pero como sus zapatos eran nuevos no pudo guardar el equilibrio y dio un resbalón que lo hizo caer, pegando con la cabeza en los tubos que dividen la pista de baile con el estrado de la orquesta y desnucándose quedo tirado en el piso en una posición grotesca.


Recordé lo que dijo mi padre, la cábala de mi pueblo y lo que les pasó a mis amigos y a mi compadre, me dio mucho miedo, pero desconfiando de los bancos me quedé con todo el dinero del premio en mi casa, mandándola proteger con una barda de ladrillo y dos cercas, una ciclónica y otra bien electrificada. Me quedé solo en casa, porque sentía que mis hijos y mi esposa se confabulaban contra mí, para quitarme mi dinero y hasta llegué a pensar que me querían matar, por eso los corrí a todos.



Un día tuve que salir a la esquina para comprar mi cena, les juro que no tardé nadita, pero a mi regreso encontré muchos ratones, queriéndose comer mis billetes; cogí una escoba para espantarlos, pero en mi desesperación le pegué a la repisa donde tengo las veladoras encendidas a San Birján, que cayendo sobre mi dinero prendieron fuego de inmediato. El incendio acabó con mi casa.


 Los vecinos quisieron ayudarme pero dicen que no entraba en razón, que me aferraba a una caja de cartón que en su tapa decía “El turista”, de la que salían varios billetes de los que se usan en ese juego, que yo confundía con el dinero de mi premio, y gritaba desesperado ¡! San Birján, San Birján! ¡Ayúdame! no me abandones, mientras me internaba más y más en el fuego como si quisiera encontrar al santo que imploraba.


Hoy, me encuentro en una casa muy grande, en donde todos visten de blanco, menos nosotros a los que nos dicen internos y nos visten de verde bajito. Me gusta estar aquí porque tenemos una imagen a la que todos le dicen San Judas, pero yo sé bien que se trata de San Birján, que esta disfrazado para que nadie descubra que me está cuidando, además de que cada vez que abren las puertas de la calle escucho el llamado de sus ángeles que me gritan usando nuestras claves: ¡aquí tenemos al huerfanito! Lléveselo, es el último para hoy.

lunes, 7 de noviembre de 2011

"NOVIEMBRE, MES DE NARRATIVA ILIMITADA"

"No hay que escribir sino en el momento en que cada vez que mojas la pluma en la tinta, un jirón de tu carne queda en el tintero." 






León Tolstói





Abrimos este mes de noviembre con narrativa; para aquellos amantes del cuento, la novela e inclusive de una historia corta, con tintes imaginarios y reales.


Invitamos a  todos los creacionistas:  narradores en primera persona,  testigo y narradores omniscientes, a contar su historia,  a emocionarnos con su relato. Apasionandonos en cada párrafo; con la perspectiva única y original de cada autor.


Esperamos sus aportaciones literarias.


Gracias ^_^ 


jueves, 3 de noviembre de 2011

LA MAÑANA HELADA

El creacionista del día. Abel Cuenca Sánchez







Ese latir del tiempo tan real,
apenas lo siento ya, apenas.

Ese latir que te busca como
un viento huracanado y celoso
sobre mi alma de cedros y cipreses.


En tierra dormida,
aquejada en sombras,
Tánatos e Hipnos me custodian,
y yo soy la jaula
donde no entra vida,
donde la poesía solo
es un aire de polvo enfermo
que sueña con mañanas.


El tiempo de las heladas mató
las frutas que ahora pudren como jirones
de tierra marchita,
del tiempo, mi tiempo, tan febril
y tan invernal.

Días y noches que desgasto
en cuerpos distintos,
son dulces que se amargan
como frutas de temporada.

Coloreo el tiempo
en óleos disfrazados de silencio,
y es el silencio quien ahora
se hace fuego en mi pecho.


Vuela sobre mí el destino,
se desbastan las hojas de papel
como hojas de árbol en mi otoño.

Vuela el destino en el cielo
como un capricho que no entiende de raíces,
que no atiende a esos
seres ajenos y herederos
de la arcilla y la lluvia.