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jueves, 25 de enero de 2018

LIBROS DE BESOS

El creacionista del día. Fabiola Morales












Desabasto en la producción de libros de besos.



Fuente: CNNN international





Como todos sabemos los libros de besos son altamente cotizados por su manufactura, los hay de besos dulces y amargos,  los hay apasionados y también de traición.



A últimas fechas los libros de besos han aumentado su valor en Wall Street, parece que los fabricantes quieren ponerse en huelga por falta de materia prima. El amor en estos días escasea a nivel mundial, es muy difícil hallarlo. Cabe de más aclarar que sin este ingrediente los libros de besos no salen igual.



En el primer mundo hay pocos fabricantes, he hecho, como se insistió durante años sobre la automatización y el uso de robots, la industria se vino abajo y los artesanos que sobrevivieron son muy escasos. Las malas lenguas dicen que el carácter de sus habitantes tuvo mucho que ver en la extinción de este arte. En Asía y en el medio Oriente, la producción también es pésima. La occidentalización provocó que se dejaran de manufacturar los únicos libros de besos con esos tonos amarillos nítidos. ¡Es una lástima que no se produzcan más! Una prueba más de que el capitalismo todo lo echa a perder al intentar masificar objetos de valor. 



En Latinoamérica  se está luchando mucho porque la fabricación continúe; a pesar de la fama de sus amantes, a veces la producción decae por distractores externos como las dictaduras, los golpes de estado, el bajo PIB, la violencia, las altas tasas de mortalidad infantil, las guerrillas y una larga lista de problemas incluyendo que ellos, amantes ardientes, prefieren ver el fútbol y ellas, mujeres voluptuosas, prefieren estar sentadas viendo las telenovelas.



En fin, esperemos que los pocos sindicatos que hay nivel mundial lleguen a un acuerdo con las grandes corporaciones  y los libros de besos sigan fabricándose de manera manual, como es la tradición. Sería una lástima que se perdieran, así que si usted es de los afortunados en tener uno en sus labios o manos, no deje escapar la oportunidad y  pónganse a leerlos o besarlos, como sea, pero úselos.